El colaborador de Fiesta revela una oferta inesperada por imágenes íntimas.
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Una propuesta sorprendente
El conocido colaborador de televisión, Kiko Jiménez, ha hecho una revelación que ha dejado a todos boquiabiertos. Durante una reciente emisión del programa Fiesta, Jiménez confesó a sus compañeros y a la presentadora Emma García que ha recibido una oferta millonaria a cambio de fotografías suyas.
«Hace unos días recibí un mensaje a través de redes sociales ofreciéndome mucho, mucho dinero por fotos mías. No solo de mis pies, también de otras partes de mi cuerpo», comentó, dejando a la audiencia intrigada sobre la naturaleza de la propuesta.
La cantidad en juego
La cifra que se ha mencionado es realmente impactante: un millón de euros. Jiménez, quien aún no ha tomado una decisión al respecto, explicó que tiene la oferta en espera. «Aún no he contestado, lo tengo ahí guardado como en standby, es que es mucho dinero… Lo he hablado con Sofía y aún no lo he decidido», añadió. Esta situación ha generado un debate sobre el valor de la intimidad y la exposición en las redes sociales, especialmente en un mundo donde la imagen personal puede traducirse en grandes sumas de dinero.
Reflexiones sobre el dinero y la fama
Jiménez también reflexionó sobre las implicaciones fiscales de aceptar tal oferta. «Es que luego con lo que se lleva Hacienda al final se te queda en 500.000 euros, no sé, tengo que darle una vuelta», comentó entre risas. Esta afirmación pone de relieve la realidad económica que enfrentan muchas celebridades, quienes deben considerar no solo el ingreso bruto, sino también las deducciones y los impuestos que deben pagar.
Consecuencias de la fama
Además de la oferta por sus fotografías, Kiko Jiménez compartió con la audiencia una experiencia personal relacionada con un retoque estético que se realizó. «Me operé y me dejaron un capilar sin cerrar. A nada que me suene más fuerte de la cuenta me sangra», reveló. Esta situación ha suscitado preocupación entre sus seguidores, quienes se preguntan sobre los riesgos asociados a las intervenciones estéticas. Jiménez explicó que la gravedad de su situación varía: «Depende. Hay veces que son dos gotitas, se seca y ya está. Otras veces me tengo que poner hasta un torniquete porque parece que me desangro».