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Las recientes elecciones internas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) han dejado un panorama electoral más que incierto. Ni Oriol Junqueras, ni Xavier Godàs, ni Helena Solà han logrado alcanzar el 50% de los votos necesarios para ser proclamados presidentes del partido.
Con una participación de 6.533 militantes de un censo de 8.030, los resultados han sido ajustados, lo que ha llevado a la necesidad de una segunda vuelta programada para el 14 y 15 de diciembre.
La candidatura de Militància Decidim, liderada por Junqueras y Elisenda Alamany, obtuvo 3.157 votos, representando un 48,3%, mientras que Nova Esquerra Nacional, encabezada por Godàs y Alba Camps, logró 2.308 votos, equivalentes al 35,3%.
La tercera candidatura, Foc Nou, aunque quedó fuera de la contienda principal, con 824 votos (12,6%), podría jugar un papel decisivo en la segunda vuelta.
La alta participación, que alcanzó un 81,35%, ha favorecido a Nova Esquerra y Foc Nou, lo que indica un cambio en las dinámicas de poder dentro del partido. Este aumento en la participación contrasta con el 77% que se registró en la votación para la investidura de Salvador Illa, lo que sugiere que los militantes están más comprometidos que nunca con el futuro de ERC.
Sin embargo, el resultado ha sido un golpe para Junqueras, quien había sido considerado el favorito en las semanas previas a la votación. La percepción de que su candidatura ganaría “de calle” se ha desvanecido, y ahora enfrenta un reto considerable para atraer el apoyo de los militantes de Foc Nou, especialmente tras las críticas de Helena Solà hacia su figura.
Con la segunda vuelta a la vista, las posibilidades de que Junqueras recupere la presidencia de ERC se han reducido. La dinámica de las candidaturas ha cambiado, y la suma de los votos de Nova Esquerra y Foc Nou no ha superado a Militància Decidim, lo que deja a Junqueras en una posición complicada. Foc Nou, que ha expresado su deseo de no ser una “muleta” del Partido Socialista, podría ser clave en la configuración de nuevas propuestas electorales.
El reglamento electoral permite que las candidaturas en segunda vuelta presenten nuevas propuestas, pero deben mantener a los mismos presidenciables. Esto significa que Junqueras y Godàs tendrán que trabajar en conjunto para atraer a los votantes de Foc Nou, que ya ha mostrado simpatías hacia Nova Esquerra. La fecha límite para realizar cambios en las candidaturas es el 7 de diciembre, lo que añade presión a los líderes del partido.
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