Un momento emotivo del concerto solidario con Serrat y Estopa.
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El pasado viernes, el Palau Sant Jordi de Barcelona se convirtió en el escenario de un evento musical sin precedentes. Joan Manuel Serrat, quien se había retirado de los escenarios hace dos años, volvió a cantar junto a Estopa en un concierto solidario que reunió a más de 15.000 personas.
Este evento no solo fue un espectáculo musical, sino también una muestra de solidaridad hacia las víctimas de la DANA, que devastó 84 municipios en Valencia.
Durante la velada, Serrat expresó su felicidad por regresar al escenario, a pesar de las circunstancias que lo llevaron allí.
“Podría decir que no querría volver al escenario por las razones que me han traído aquí”, comentó el artista, resaltando la importancia de la música como un medio para sanar y unir a las personas en momentos de crisis. La recaudación de 775.000 euros para los damnificados es un testimonio del poder de la música para generar cambios positivos en la sociedad.
El concierto comenzó con la emotiva Cançó de bressol, donde Serrat demostró que su voz sigue siendo inconfundible. Acompañado de seis músicos, el artista ofreció un recorrido por sus grandes éxitos, incluyendo Mediterráneo y Todo pasa y todo queda. La conexión con el público fue palpable, y cada interpretación resonó con la historia y el sentimiento de los presentes. Serrat también aprovechó la ocasión para recordar a otros artistas y reflexionar sobre la situación actual del país, instando a los responsables a escuchar el dolor del pueblo.
El evento no solo destacó la actuación de Serrat, sino que también fue un espacio para que otros artistas como Judit Neddermann, Andrea Motis y Lucía Fumero se unieran en un acto de colaboración musical. Juntas, ofrecieron un repertorio diverso que incluyó temas emotivos y alegres, mostrando la riqueza de la música en la cultura española. Estopa, por su parte, cerró la noche con su característico estilo de rumba rock, llevando al público a un estado de euforia y celebración.
El concierto fue más que una simple actuación; fue un llamado a la unidad y la esperanza en tiempos difíciles. Los hermanos Muñoz de Estopa, al igual que Serrat, enfatizaron la importancia de mantenerse unidos como pueblo. “El poble unit nunca será vençut”, afirmaron, recordando que la música tiene el poder de unir a las personas y generar un cambio significativo en la sociedad. Este evento solidario no solo recaudó fondos, sino que también dejó un mensaje de esperanza y resiliencia ante la adversidad.
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