Ashley Grayson fue sentenciada por conspirar para asesinar a tres personas en un caso impactante.
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Un crimen del siglo XXI
El caso de Ashley Grayson, una influencer de 35 años originaria de Texas, ha captado la atención de los medios y del público en general tras su condena a diez años de prisión federal. La Fiscalía del Distrito Oeste de Tennessee informó que Grayson fue declarada culpable de conspiración para asesinato por encargo, un delito que pone de manifiesto cómo las rivalidades en el mundo digital pueden tener repercusiones en la vida real.
La fiscal interina, Reagan Fondren, describió este caso como un claro ejemplo de cómo las disputas virtuales pueden trascender al mundo físico, convirtiéndose en amenazas serias y peligrosas.
Detalles del caso
La investigación comenzó en septiembre de 2022, cuando Grayson ofreció pagar al menos 20.000 dólares por cada asesinato que planeaba.
Sus objetivos incluían a su expareja, una mujer que había criticado su trabajo en redes sociales, y otra empresaria que competía en un sector similar. Grayson acusaba a esta última de crear perfiles falsos para atacarla, lo que desencadenó su decisión de contratar a un par de asesinos a sueldo. Las pruebas presentadas en el juicio revelaron que incluso ofreció un extra de 5.000 dólares para que uno de los asesinatos se llevara a cabo en un plazo de una semana.
La captura y el juicio
El plan de Grayson fue frustrado cuando la pareja que contrató para llevar a cabo los asesinatos se comunicó con las autoridades. En una videollamada grabada, los contratados simularon haber intentado ejecutar el plan utilizando fotos de un incidente policial no relacionado. Posteriormente, exigieron la mitad del pago acordado y viajaron a Dallas para recoger 10.000 dólares de Grayson y su esposo. En julio de 2023, un gran jurado presentó una acusación formal contra Grayson y su cómplice, Joshua Grayson, por el uso de medios interestatales para planear el asesinato por encargo. Finalmente, el juez federal Thomas L. Parker impuso la sentencia máxima de 120 meses de prisión el 31 de octubre de 2024.
A pesar de que nadie resultó herido físicamente, el impacto emocional en las víctimas fue devastador. La fiscal Fondren enfatizó la importancia de la respuesta proactiva de las agencias investigadoras y fiscales, que evitaron que este crimen tuviera consecuencias aún más graves. Este caso no solo pone de relieve la gravedad de las amenazas en línea, sino que también plantea preguntas sobre la responsabilidad de los influencers y su influencia en la sociedad. La historia de Ashley Grayson es un recordatorio de que las acciones en el mundo digital pueden tener repercusiones serias en la vida real, y que la justicia debe prevalecer para proteger a las víctimas de tales delitos.