El presidente Nicolás Maduro anuncia un festival internacional para combatir el fascismo.
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Un evento de gran magnitud
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha revelado planes para un “gran festival mundial antifascista” que se llevará a cabo del 8 al 10 de enero de 2025. Este anuncio se realizó durante la clausura del Congreso Mundial de Juventud y Estudiantes Antifascistas, que tuvo lugar en Caracas.
Maduro ha invitado a “miles y miles de líderes” de todo el mundo a unirse al pueblo venezolano en esta celebración, coincidiendo con su juramentación para un nuevo período presidencial tras una controvertida reelección el pasado 28 de julio.
Creación de una escuela antifascista
Además del festival, Maduro ha apoyado la propuesta de establecer una escuela de formación antifascista en Caracas, presentada por la ministra de Juventud, Grecia Colmenares. Esta institución tiene como objetivo proporcionar a los jóvenes las “herramientas necesarias para la derrota definitiva del fascismo”. La propuesta incluye la integración de “todos los métodos de formación” de países como China, Rusia, Nicaragua, Cuba y Bolivia, buscando un enfoque global en la lucha contra el fascismo.
Debates sobre el fascismo contemporáneo
Durante el congreso, que reunió a 500 delegados de 72 países, se formaron siete mesas de trabajo para discutir cómo el fascismo ha influido en las redes sociales y los medios de comunicación. Este evento se suma a otros encuentros antifascistas organizados por el Gobierno venezolano, en un contexto de crisis política tras la reelección de Maduro, un resultado que ha sido calificado como fraudulento por la oposición, que sostiene que Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador de los comicios.
Un contexto de polarización política
La situación política en Venezuela es tensa y polarizada. La oposición ha denunciado el proceso electoral y ha llamado a la comunidad internacional a no reconocer los resultados. En este marco, el festival y el congreso antifascista se presentan como una estrategia del gobierno para consolidar su poder y atraer apoyo internacional, al tiempo que se enfrenta a las críticas internas y externas sobre la legitimidad de su mandato.