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El reciente asesinato del rabino israelí-moldavo Zvi Kogan en los Emiratos Árabes Unidos ha generado una ola de indignación y condena en Israel. Kogan, un joven de 28 años y emisario del movimiento Chabad Lubavitch, fue encontrado muerto en Dubai, lo que ha sido calificado por las autoridades israelíes como un «ataque antisemita».
Este trágico suceso no solo ha conmocionado a la comunidad judía, sino que también ha puesto a prueba las relaciones diplomáticas entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, que se habían fortalecido desde la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, en una reunión con su gabinete, prometió que la justicia actuará con firmeza contra los responsables de este crimen. «Ninguno de ellos se salvará», advirtió, enfatizando el compromiso de Israel de llevar a los perpetradores ante la justicia. Además, Netanyahu agradeció la cooperación de los Emiratos en la investigación, destacando la importancia de mantener y fortalecer los lazos entre ambas naciones, a pesar de este oscuro episodio.
La comunidad judía en los Emiratos Árabes Unidos, especialmente los miembros del movimiento Chabad, han estado trabajando arduamente para fomentar un ambiente de respeto y convivencia. Zvi Kogan, como emisario de Chabad, había estado involucrado en diversas actividades comunitarias, promoviendo la cultura y las tradiciones judías en la región. El presidente israelí, Isaac Herzog, también expresó su dolor por la pérdida y envió condolencias a la familia de Kogan, reafirmando la necesidad de justicia y la lucha contra el antisemitismo.
Este incidente resalta un problema más amplio: el antisemitismo en el mundo y, en particular, en el Medio Oriente. A pesar de los avances diplomáticos, la violencia y el odio hacia el pueblo judío persisten. Los líderes israelíes han subrayado que este ataque no detendrá sus esfuerzos por construir comunidades prósperas en los Emiratos Árabes Unidos ni en ninguna otra parte del mundo. La seguridad de los judíos, tanto en Israel como en la diáspora, sigue siendo una prioridad fundamental para el Estado de Israel.
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