Descubre el arte de la improvisación en el jazz en Barcelona.
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El arte de la improvisación en el jazz: clases magistrales en Barcelona
El jazz es un género musical que se caracteriza por su rica improvisación y su capacidad de adaptación. En el Conservatori del Liceu de Barcelona, este arte cobra vida a través de clases magistrales impartidas por músicos de renombre.
Este año, el festival de jazz de la ciudad ha traído a artistas como Christian Sands y Melissa Aldana, quienes comparten su experiencia y conocimientos con los estudiantes, creando un espacio de aprendizaje único.
Las clases magistrales son una oportunidad invaluable para los estudiantes de jazz, quienes pueden aprender directamente de los mejores. Christian Sands, un pianista nominado al Grammy, comenzó su clase explicando cómo la improvisación puede inspirarse en la vida cotidiana. “Las hojas suenan graves, los pájaros agudos”, dice Sands, quien utiliza imágenes sonoras para enseñar a sus alumnos a crear melodías y ritmos que resuenen con el público.
La directora del Conservatori, Maria Serrat, destaca la importancia de estas sesiones: “Los artistas comentan que tener contacto con los jóvenes les da mucha energía”. Este intercambio no solo beneficia a los estudiantes, sino que también revitaliza a los músicos, quienes encuentran en la enseñanza una forma de reflexionar sobre su propio proceso creativo.
Melissa Aldana, saxofonista chilena, comparte su método de aprendizaje, que se basa en transcribir solos de grandes saxofonistas. “No aprendí a leer música hasta que fui al Berklee College, en Boston, con 18 años”, recuerda. Aldana enfatiza la importancia de la conexión humana en el aprendizaje musical, afirmando que todos los músicos vienen de un lugar similar y comparten experiencias que enriquecen el proceso educativo.
Por su parte, Sands también se enfoca en la relación entre el artista y el público. “La actuación en directo es fundamental, te enseña todo lo demás”, explica. A través de ejercicios prácticos, como improvisaciones basadas en colores y comidas, los estudiantes aprenden a conectar sus emociones con la música, un aspecto esencial en el jazz.
Las clases magistrales no solo son un espacio de enseñanza, sino también de reflexión. Maria Schneider, otra destacada artista que ha participado en estas sesiones, describe el proceso como una forma de terapia. “Siento muchas veces que me hablo a mí misma, y pienso ‘Maria, sigue tu propio consejo’”, comenta. Esta introspección ayuda a los músicos a entender su propio proceso creativo y a encontrar su voz única en el mundo del jazz.
La intuición también juega un papel crucial en la música. Schneider aconseja a los estudiantes que confíen en su entusiasmo, ya que este es el primer paso para crear música auténtica. “Si sientes esta emoción, es que hay algo vivo tocándote”, dice, subrayando la importancia de la conexión emocional en la interpretación musical.
En resumen, las clases magistrales en el Conservatori del Liceu son un testimonio del poder del jazz como forma de expresión y aprendizaje. A través de la interacción entre artistas y estudiantes, se fomenta un ambiente donde la creatividad y la improvisación pueden florecer, dejando una huella duradera en todos los participantes.
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