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El reciente anuncio del Ministerio de Consumo de España ha dejado a la industria aérea en estado de alerta. Se han impuesto sanciones que suman un total de 179 millones de euros a cinco aerolíneas: Ryanair, Vueling, Easyjet, Norwegian y Volotea.
Estas multas se deben a prácticas consideradas abusivas, que afectan directamente a los derechos de los consumidores.
Las aerolíneas han sido sancionadas por diversas razones, entre las que se destacan el cobro de suplementos por el equipaje de mano y la imposición de costos adicionales por la reserva de asientos contiguos, especialmente en el caso de menores y personas dependientes.
Además, se ha denunciado la negativa a aceptar pagos en metálico en los aeropuertos españoles, lo que limita las opciones de los pasajeros.
Otro aspecto relevante es la tasa desproporcionada que se cobra a los pasajeros por la impresión de la tarjeta de embarque, así como la falta de claridad en la información sobre precios en sus sitios web. Estas prácticas no solo son engañosas, sino que también dificultan la comparación de precios por parte de los consumidores, afectando su capacidad de tomar decisiones informadas.
La aerolínea que ha recibido la sanción más alta es Ryanair, con un total de 107.775.777 euros. Le siguen Vueling con 39.264.412 euros, Easyjet con 29.094.441 euros, Norwegian con 1.610.001 euros y Volotea con 1.189.000 euros. El Ministerio de Consumo ha explicado que el cálculo de estas sanciones se basa en el beneficio ilícito obtenido por las aerolíneas a través de estas prácticas, lo que asegura que las multas sean proporcionales y efectivas.
Además, se ha confirmado que las aerolíneas tienen la opción de presentar un recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional en un plazo de dos meses. Si no lo hacen, las sanciones se harán efectivas, marcando un precedente en la regulación del sector aéreo en España.
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