El ataque se produce tras el uso de misiles por parte de Ucrania contra Rusia.
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Un ataque significativo en Dnipró
En la mañana del jueves, entre las y las horas, las fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque con un misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh contra la ciudad de Dnipró, en el centro de Ucrania.
Este ataque, que se dirigió específicamente contra fábricas e infraestructura crítica, también incluyó el uso de un misil aerobalístico Kh-47M2 Jinzhal y siete misiles de crucero Kh-101, según informes de la Fuerza Aérea ucraniana. Este tipo de ofensiva resalta la capacidad de Rusia para llevar a cabo ataques de largo alcance, lo que genera preocupación sobre la escalada del conflicto.
Características del misil RS-26 Rubezh
El RS-26 Rubezh es un misil intercontinental móvil con un alcance de aproximadamente 6,000 kilómetros, capaz de transportar tanto ojivas nucleares como convencionales. Sin embargo, en este ataque, Rusia optó por no cargar ojivas nucleares, lo que sugiere una estrategia de demostración de fuerza más que una intención de causar destrucción masiva. Este lanzamiento marca la primera vez que Rusia utiliza un proyectil de tal envergadura desde el inicio del conflicto en febrero de 2022, lo que indica un cambio en la dinámica del enfrentamiento.
Reacciones y contexto del ataque
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión, después de que Ucrania utilizara misiles estadounidenses y británicos para atacar objetivos dentro de Rusia. Moscú había advertido que tales acciones serían vistas como una escalada significativa, y el lanzamiento del Rubezh parece ser una respuesta directa a estas provocaciones. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha ajustado su política nuclear en respuesta a la autorización del presidente estadounidense, Joe Biden, para que Ucrania utilice misiles contra Rusia. Este cambio en la política nuclear refleja la intención de Moscú de demostrar su capacidad de respuesta y su arsenal militar.
Defensas ucranianas y daños reportados
A pesar de que las defensas ucranianas lograron interceptar seis de los siete misiles de crucero lanzados, no pudieron derribar el misil balístico intercontinental ni el Jinzhal, que son considerados entre los más sofisticados del arsenal ruso. Según la Fuerza Aérea ucraniana, los misiles que no fueron derribados no causaron daños sustanciales, aunque las autoridades locales informaron sobre daños en la infraestructura industrial de Dnipró. La falta de claridad sobre los objetivos del ataque y los daños causados subraya la incertidumbre que rodea a este conflicto en curso.