La eurodiputada aboga por el reconocimiento de las personas no binarias a través del lenguaje.
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El lenguaje inclusivo como herramienta de reconocimiento
La eurodiputada y exministra de Igualdad de Podemos, Irene Montero, ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de utilizar un lenguaje inclusivo que reconozca la existencia de las personas no binarias.
En un reciente mensaje en TikTok, Montero argumentó que quienes se oponen al uso de términos como «todes» no lo hacen por un respeto a las normas del castellano, sino por una falta de comprensión hacia la diversidad de identidades que existen en la sociedad.
Un debate en la televisión
Durante su aparición en el programa de Risto Mejide, Montero no dudó en desafiar al presentador a comprometerse a utilizar el término «todes» en cada una de sus intervenciones. La respuesta de Mejide, quien se mostró más alineado con la Real Academia Española (RAE), subrayó la tensión existente entre el uso tradicional del lenguaje y la evolución que este debe experimentar para ser más inclusivo. Montero, sin embargo, insistió en que el lenguaje debe adaptarse para reflejar la realidad de todas las personas, especialmente aquellas que han sido históricamente invisibilizadas.
La lucha por la visibilidad de las personas no binarias
Montero enfatizó que el lenguaje inclusivo no es solo una cuestión de gramática, sino un derecho fundamental para las personas no binarias. Al no reconocer su existencia a través del lenguaje, la sociedad perpetúa la discriminación y la violencia que estas personas enfrentan a diario. La exministra argumentó que el uso de términos inclusivos es un paso necesario hacia la aceptación y el respeto, y que cada persona tiene la responsabilidad de contribuir a este cambio.
La resistencia al cambio lingüístico
A pesar de los avances en la discusión sobre el lenguaje inclusivo, todavía hay una resistencia significativa por parte de ciertos sectores que consideran que el uso de términos como «todes» es innecesario o incorrecto. Montero cuestionó esta postura, sugiriendo que el uso de palabras en inglés como «gym» o «selfie» no genera el mismo tipo de resistencia, lo que pone de manifiesto una doble moral en la aceptación de nuevos términos. La eurodiputada concluyó que el lenguaje debe evolucionar para incluir a todas las identidades y que es responsabilidad de todos trabajar hacia una sociedad más inclusiva.
