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Desde hace años, la figura del padre de Kiko Rivera ha sido objeto de especulaciones y rumores en los medios de comunicación. La incertidumbre sobre su verdadera identidad ha generado un sinfín de comentarios, especialmente debido al notable parecido que muchos le atribuyen al doctor Cariñanos, un médico muy conocido en Sevilla que fue asesinado por la ETA.
Esta situación ha llevado a Kiko a reflexionar sobre su propia identidad y el impacto que estos rumores han tenido en su vida.
Kiko Rivera, en una reciente aparición en el pódcast de Xuso Jones y Ana Brito, ha decidido abordar este tema que tanto le ha afectado desde su infancia.
«Siempre se ha dudado de quién era mi padre», confesó, revelando que estos pensamientos lo acompañaron durante mucho tiempo. A diferencia de sus hermanos, Fran y Cayetano, Kiko no comparte el mismo parecido físico con su padre, lo que ha intensificado las especulaciones sobre su origen familiar. En sus palabras, se percibe una mezcla de humor y dolor al recordar cómo estos rumores han influido en su percepción de sí mismo y en su relación con su madre.
Uno de los aspectos más delicados en la vida de Kiko ha sido la cuestión de la herencia. A diferencia de sus hermanos, él no recibió nada, lo que ha alimentado aún más las dudas sobre su paternidad. En su relato, Kiko menciona cómo esta falta de herencia le llevó a cuestionar el amor y la aceptación que su padre podría haber tenido hacia él. «Como siempre se decía eso y yo le preguntaba a mi madre si a mí me había dejado algo y me decía que no, pues dije: ‘ya está, mi padre se enteró de esto y mi padre a mí ni me quería'», compartió, reflejando el dolor que ha sentido a lo largo de los años.
A medida que Kiko Rivera comparte su historia, se hace evidente que la búsqueda de la verdad sobre su padre no es solo un asunto de curiosidad, sino una necesidad emocional. La presión de los medios y los constantes rumores han dejado una huella en su vida, llevándolo a cuestionar su lugar dentro de la familia Rivera. A pesar de los momentos difíciles, Kiko parece estar en un proceso de sanación, donde la aceptación de su historia personal juega un papel crucial. La figura del padre, aunque envuelta en misterio, sigue siendo un tema central en su vida, y su deseo de entender su legado es un viaje que muchos pueden comprender.
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