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Este domingo, Jorge Martín hizo historia al arrebatar la corona de campeón de MotoGP a Pecco Bagnaia en la última carrera de la temporada, celebrada en Barcelona. Con un tercer puesto en la carrera, Martín logró acumular los puntos necesarios para superar a su rival en la clasificación general, convirtiéndose así en el nuevo campeón del mundo.
La relación entre Martín y Bagnaia ha sido un ejemplo de deportividad a lo largo de la temporada. En el paddock y en el podio, ambos pilotos demostraron un gran respeto mutuo. Bagnaia, al ser entrevistado tras la carrera, se centró en resaltar el mérito de Martín: «No quiero quitarle protagonismo.
Creo que Jorge se merece lo que ha logrado. Quiero dar las gracias a mi equipo, ha hecho un trabajo fantástico», afirmó el piloto de Ducati, quien no dudó en acercarse a Martín para felicitarlo.
Una vez en el podio, la celebración de Martín fue un momento emotivo. Mientras sostenía el cartel que lo proclamaba ‘Campeón del Mundo 2024’, Bagnaia se quedó aplaudiendo desde un lateral del escenario, mostrando su apoyo. Martín recordó su relación desde la infancia: «Éramos uña y carne cuando éramos pequeños y me alegré por él el año pasado. No tiene sentido llevarnos mal. Él dijo que se alegraría por mí si ganaba el Mundial, así que yo le invito hoy a la fiesta».
Bagnaia, por su parte, también expresó su satisfacción por el triunfo de Martín: «Estoy contento porque es un buen tío. Siempre nos hemos llevado bien, nunca hemos tenido problemas. Nos conocemos desde hace mucho, desde 2015, y si un piloto que no sea yo tiene que ganar, él es uno de ellos. Se lo merece él y se lo merece su familia». Estas palabras reflejan la camaradería que existe entre los pilotos, un aspecto que a menudo se pasa por alto en el competitivo mundo del motociclismo.
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