La selección española se impone a Dinamarca en un partido lleno de emociones y desafíos.
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Un triunfo convincente en un campo complicado
La selección española de fútbol logró una victoria importante en Copenhague, donde se enfrentó a Dinamarca en un partido correspondiente a la Nations League. El marcador final de 1-2 refleja no solo el resultado, sino también la calidad del juego desplegado por el equipo dirigido por Luis de la Fuente.
A pesar de un pequeño error defensivo en los últimos minutos, el equipo mostró una actuación sólida que les asegura la primera posición de su grupo y la ventaja de campo en los cuartos de final.
El debut de Marc Casadó: una historia de esfuerzo y dedicación
Uno de los momentos más destacados del encuentro fue el debut de Marc Casadó, quien entró al campo en el minuto 69 tras la lesión de Zubimendi. El joven futbolista, que había debutado recientemente con la selección sub-21, expresó su satisfacción por la oportunidad. “Siento mucha satisfacción. Cuando sales te acuerdas de la gente que te ha acompañado y que te ha ayudado tanto en todo este tiempo. Esto va para ellos”, comentó Casadó, quien no esperaba ser llamado tan pronto para jugar con la selección absoluta.
Desafíos en la enfermería y el próximo partido
Sin embargo, la victoria no estuvo exenta de preocupaciones. Tanto Martín Zubimendi como Alex Baena terminaron el partido con molestias, lo que llevó al seleccionador a estar atento a las noticias de la enfermería. Zubimendi se quejó de problemas en la cadera, mientras que Baena dejó el campo llorando tras un aparente daño en el tobillo. Ambos jugadores se someterán a pruebas para determinar la gravedad de sus lesiones y su disponibilidad para el próximo encuentro contra Suiza en Tenerife.
A pesar de estos contratiempos, Luis de la Fuente se mostró optimista. “Estamos contentos porque hay una gran cantera de jugadores que aportarían muchas cosas a este equipo”, afirmó, destacando la importancia de seguir trabajando y mejorando. La selección española se prepara para enfrentar a Suiza, un partido que, aunque no tiene implicaciones en la clasificación, es crucial para mantener el prestigio del equipo.
