Los servicios de salud en Algemesí enfrentan un aumento en la demanda de atención domiciliaria.
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Impacto de las inundaciones en la atención sanitaria
Las recientes inundaciones en Algemesí han dejado una huella profunda en la comunidad, especialmente en el ámbito de la salud. Más de dos semanas después de las devastadoras riadas, los servicios sanitarios continúan enfrentando un aumento significativo en la demanda de atención domiciliaria.
La movilidad de muchos pacientes se ha visto gravemente afectada, lo que ha llevado a los profesionales de la salud a adaptarse a esta nueva realidad.
El papel crucial de los trabajadores sanitarios
En este contexto, los trabajadores sanitarios de Algemesí están realizando un esfuerzo monumental.
Según la enfermera Alba Gregori, actualmente están atendiendo cinco veces más pacientes en sus hogares que antes del temporal. La situación ha cambiado, pero las necesidades siguen siendo apremiantes. “Atendemos muchas heridas que se han infectado y han alargado el tiempo de cura”, explica Gregori, quien destaca la dificultad que enfrentan los enfermos para llegar a los centros de salud.
Desafíos logísticos y la importancia de los voluntarios
A pesar de que el centro de salud de Algemesí ha reabierto parcialmente, las condiciones siguen siendo complicadas. Las enfermeras trabajan desde un espacio provisional, lo que limita su capacidad de atención. “Son muchos los que no pueden salir de casa”, señala Gregori, refiriéndose a la población mayor que aún enfrenta dificultades para transitar por las calles. Aunque la llegada de voluntarios de toda España fue crucial en los primeros días, la disminución de su número ha dejado a los trabajadores sanitarios sintiéndose desbordados. “Los voluntarios siguen siendo necesarios”, añade Gregori, enfatizando la importancia de la colaboración comunitaria en estos momentos críticos.
Esperanza y recuperación gradual
Afortunadamente, la situación está mejorando poco a poco. Las calles de Algemesí se están volviendo más transitables, y algunos pacientes, como la señora Morcillo de 81 años, están comenzando a salir de sus casas. “Tenía ganas de salir para ir a la peluquería”, comenta, reflejando un deseo de retomar la normalidad. Este tipo de historias son un rayo de esperanza en medio de la adversidad, mostrando que, aunque el camino hacia la recuperación es largo, la comunidad de Algemesí está unida y dispuesta a superar los desafíos que se presentan.