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El mediocentro del FC Barcelona, Pedri, ha compartido detalles sobre el nuevo enfoque disciplinario que ha implementado el entrenador alemán Hansi Flick. En una reciente aparición en el programa Martínez y Hermanos, el joven futbolista relató anécdotas que ilustran la seriedad con la que se toman las sanciones dentro del vestuario culé.
Este cambio de mentalidad busca no solo mantener la profesionalidad, sino también fomentar un ambiente de responsabilidad entre los jugadores.
Antes de la llegada de Flick, el sistema de sanciones en el Barcelona era bastante severo.
Pedri recordó que bajo la dirección de Xavi Hernández, las multas económicas eran escalofriantes. “Si llegabas tarde un día, eran 5.000 euros; pero si lo hacías al siguiente, se doblaba”, explicó. Este enfoque, aunque efectivo, generaba una presión adicional sobre los jugadores, quienes debían estar constantemente atentos a la puntualidad.
Con la llegada de Hansi Flick, el panorama ha cambiado drásticamente. En lugar de imponer sanciones económicas, el nuevo técnico ha optado por castigos deportivos. “Si llegas tarde, no juegas. Para mí es peor que tener que pagar una multa”, afirmó Pedri. Este método, según el jugador, no solo es más desafiante, sino que también refuerza la idea de que cada jugador debe estar comprometido con el equipo y su rendimiento.
La disciplina de Flick ha sido puesta a prueba en situaciones críticas. Pedri mencionó que el entrenador ha mantenido su postura incluso en partidos importantes, como la suplencia de Jules Koundé en un encuentro contra el Alavés. Esta decisión sorprendió a muchos, dado el nivel del jugador y la relevancia del partido. Sin embargo, demuestra que la disciplina y el compromiso son primordiales para el técnico alemán.
Las revelaciones de Pedri subrayan una transformación significativa en el vestuario del Barcelona. El enfoque de Hansi Flick parece estar orientado a establecer un estándar alto de profesionalismo, donde las consecuencias de las acciones de los jugadores son claras y directas. Este cambio no solo busca mejorar el rendimiento del equipo, sino también construir una cultura de responsabilidad y respeto mutuo entre los integrantes del plantel.
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