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La reciente muerte del cantante británico Liam Payne ha dejado una profunda tristeza en sus fans y en la industria musical. El exmiembro de One Direction falleció el 16 de octubre en Buenos Aires, Argentina, tras caer desde el balcón de su habitación en el hotel CasaSur, ubicado en el barrio de Palermo.
A sus 31 años, su partida ha sido considerada una tragedia, y el impacto de su muerte se ha sentido en todo el mundo.
Tras su fallecimiento, el cuerpo de Liam Payne fue trasladado al Cementerio Británico en Chacarita, el cementerio más grande de Buenos Aires.
Allí, se inició el proceso de embalsamamiento, que podría durar alrededor de 48 horas. Este procedimiento es crucial para preservar el cuerpo durante el viaje de regreso a Londres, donde se llevará a cabo su funeral en la Catedral de San Pablo. Según fuentes cercanas, el padre de Liam, Geoff Payne, ha estado en Argentina desde el trágico evento y se espera que regrese al Reino Unido con los restos de su hijo esta semana.
La autopsia preliminar reveló que la causa de la muerte fue un «politraumatismo y una hemorragia interna y externa». La fiscalía ha indicado que Liam se encontraba solo en el momento de la caída y que podría haber estado atravesando un episodio relacionado con el abuso de sustancias. En la habitación se encontraron evidencias que sugieren un consumo previo de alcohol y estupefacientes, lo que ha llevado a una investigación más profunda sobre las circunstancias que rodearon su trágico fallecimiento.
A pesar de la tristeza que rodea su muerte, el legado musical de Liam Payne perdurará. Su carrera como parte de One Direction y su trabajo en solitario han dejado una huella imborrable en la música pop. Los fans continúan rindiendo homenaje a su talento y a la alegría que trajo a sus vidas. La comunidad musical se une en un luto colectivo, recordando no solo al artista, sino también al ser humano que fue.
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