El economista Santiago Niño Becerra advierte sobre un futuro incierto para el crecimiento económico en España. En su análisis, resalta la vulnerabilidad de la economía española, enfatizando su excesiva dependencia de sectores con poco valor añadido. A pesar de que el turismo ha sido un pilar esencial para el desarrollo económico del país, Niño Becerra sostiene que este modelo presenta serias limitaciones a largo plazo.
Su crítica, divulgada a través de su cuenta en X, ha suscitado un debate sobre la viabilidad del turismo respecto al bienestar económico de la población.
Becerra señala que, si bien este sector ha propiciado un crecimiento en el país, se enfrenta a una «fecha de caducidad».
Además, sostiene que el modelo de desarrollo de España está sustentado en áreas como el turismo y la construcción, las cuales no garantizan una mejora efectiva en la calidad de vida para los trabajadores. En su argumento, menciona que los empleos creados en estos sectores no benefician a la mano de obra actual, y los inmigrantes que ocupan estos puestos reciben «salarios bajos» como consecuencia de su «baja productividad».
El economista también hace hincapié en que la dependencia de un modelo basado en el turismo y la inmigración constituye un peligro a medio y largo plazo. Aunque el flujo de turistas sigue creciendo, las ganancias que genera esta actividad no son suficientes para afrontar los desafíos estructurales de la economía española. “La recaudación real y los ingresos por cotizaciones sociales aumentarán muy poco,” destacó en sus declaraciones.
Según Niño Becerra, la situación actual no está ligada a los matices políticos del gobierno, sino que indica un problema estructural más complejo. Este economista sostiene que para alcanzar un crecimiento económico sostenible es esencial reorientar las políticas hacia industrias que aporten un mayor valor añadido y que sean más productivas, sin limitarse únicamente al turismo.
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado sus expectativas de crecimiento para España, alcanzando un 2,9% para el presente año, lo que la coloca entre las economías avanzadas con mayor dinamismo en la actualidad. No obstante, esta proyección optimista choca con la alerta de Niño Becerra, quien señala que el crecimiento que se experimenta es vulnerable y no necesariamente se traduce en una mejora en la calidad de vida de la ciudadanía.
En este marco, las observaciones de Niño Becerra alimentan el debate respecto a los retos que España deberá enfrentar en el corto plazo, especialmente en lo que respecta a la viabilidad de un modelo económico que depende fuertemente de un sector tan inestable como lo es el turismo. Las advertencias del economista resaltan la urgencia de reconsiderar el enfoque del crecimiento económico en el país.