El equipo madrileño logra otra increíble recuperación, destacando a un Vinícius en un estado de forma excepcional

Ceciarmy, un popular creador de contenido, hizo su debut en El Hormiguero este martes, manteniendo su identidad en secreto al portar un pasamontañas. Este influencer ha conseguido atraer a millones de seguidores en sus redes sociales, donde comparte memes, relatos de superación personal y otros tipos de contenido que se vuelven virales.

Durante su conversación con Pablo Motos, el presentador le preguntó: «Es la primera vez que entrevisto a alguien enmascarado. ¿Eres como el Banksy del contenido digital? ¿Te han tentado con una gran suma de dinero para revelar tu rostro?». Ceciarmy contestó que una plataforma le había ofrecido 1.200.000 euros por grabar cuatro episodios sobre su vida, donde al final se quitaría la máscara, aunque decidió no aceptarlo.

«Valoro más mi privacidad que el dinero, poder disfrutar de una vida anónima y normal con mi familia y amigos es invaluable,» agregó.

El almeriense también compartió su meme favorito, mencionando uno donde un niño dice «depende si no gomito», además de hacer referencia a otro célebre de El Hormiguero con El Cigala. También expresó su aprecio por un meme de Pablo en el que aparece haciendo yoga.

Motos, entre risas, evoca cómo El Cigala parecía muy afectado durante su visita y señala que disfrutó mucho la entrevista. Cuando el presentador le preguntó sobre la opinión de sus padres respecto a su vida como creador, Ceciarmy explicó que al principio no lo veían con buenos ojos, ya que son docentes y pensaban que solo estaba bromeando con el móvil y escondiendo su rostro. Sin embargo, ahora cuentan con su apoyo y comprensión, incluso ha podido sorprenderlos con algunos obsequios, como la compra de un apartamento.

«En el pasado, solía ser más travieso que en la actualidad. Mi notoriedad comenzó debido a un acto que hice en el inmueble donde residía. El propietario, que vivía en el piso inferior, se quejaba constantemente del ruido que generaba, especialmente cuando tocaba el piano,» rememoró. «Una vez, recogí todos los felpudos de los vecinos y los coloqué en su umbral con un letrero que afirmaba que los había robado. Sin embargo, olvidé incluir el mío y eso me delató,» finalizó.