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Un renovado interés en el sector minero se está generando gracias a la reciente normativa europea que busca agilizar el desarrollo de proyectos

El auge en la inversión en el sector minero se ve impulsado por la reciente normativa de la Unión Europea destinada a agilizar la puesta en marcha de proyectos.

El año pasado, la minería generó en Andalucía unos 4.500 millones de euros, región que representa el 90% de la producción mineral de España.

Se anticipa que esta cifra podría duplicarse en la próxima década gracias a los yacimientos que se han identificado.

Con el objetivo de alcanzar la autosuficiencia en recursos estratégicos y disminuir su dependencia de naciones externas, Europa está enfocándose en acortar los tiempos necesarios para abrir nuevas minas dentro del territorio comunitario.

España y Polonia son considerados los países con las reservas más significativas y con el potencial para establecer una industria minera de relevancia global en el futuro cercano.

En el caso de España, Andalucía destaca en la minería metálica, albergando el 90% de esta actividad en el país, gracias a su notable faja pirítica, que se extiende a lo largo de 250 kilómetros y alcanza hasta 50 de ancho, abarcando desde Sevilla hasta la frontera con Portugal. Esta franja fue reconocida por los romanos hace más de dos mil años en la zona de Riotinto (Huelva).

En la actualidad, este importante yacimiento continúa en funcionamiento y se encuentra en proceso de expansión a través de un proyecto subterráneo promovido por Atalaya Mining. Este año, la Junta de Andalucía otorgó la Autorización Ambiental Unificada (AAU) tras años de trámites burocráticos.

Otro caso significativo es el de Grupo México, que hace dos meses recibió la misma autorización para la reapertura de la mina de Aznalcóllar en Sevilla, después de un dilatado periodo de diez años y una inversión de 50 millones. Los responsables del proyecto aspiran a destinar 450 millones más y generar 2.000 empleos.

Sin embargo, este tipo de obstáculos administrativos es un fenómeno recurrente en la región y se replica a nivel de toda la Unión Europea. La política ambiental de la UE se ha tornado tan restrictiva que ha complicado el avance de la industria minera, un objetivo que muchos de sus Estados miembros también persiguen.

Este año se ha logrado abordar de manera significativa la «esquizofrenia» política en Europa mediante la aprobación, en abril, de un reglamento por parte de la UE. Este reglamento estipula que todas las administraciones públicas, ya sean nacionales, regionales o locales, deben tramitar administrativamente cualquier proyecto minero declarado de interés estratégico por la Comisión Europea en un plazo de 27 meses.

El optimismo en el sector minero no ha tardado en manifestarse, y ya se han presentado 170 solicitudes para obtener esta declaración. Las empresas involucradas abarcan desde la extracción de minerales hasta la transformación y el reciclaje de materias primas. Hasta el momento, 15 proyectos españoles han solicitado esta calificación y ahora tendrán que esperar hasta febrero para saber si cumplen con los criterios necesarios.

Uno de los proyectos destacados es el de Tharsis Mining, que contempla tres minas en la provincia de Huelva. La compañía ha invertido 40 millones de euros en Tharsis, La Zarza y San Telmo. Según su director general, Manuel de la Haza, la empresa solicitó esta declaración europea en verano, con la meta de obtener el permiso de explotación para 2026 y comenzar la construcción de sus instalaciones en 2028, lo que generaría 1.000 nuevos empleos.

Se espera que esta normativa europea actúe como un catalizador para el sector minero, impulsando la necesidad de un cambio legislativo a nivel nacional y regional que reduzca el actual promedio de diez años requerido para la apertura de una mina en Andalucía.

La Junta de Andalucía ha afirmado que son los principales promotores del desarrollo del sector minero en la región, aunque subrayan la importancia de garantizar el cumplimiento riguroso de las normativas ambientales y otros aspectos relevantes de la legislación europea.

La Consejería de Industria, Energía y Minas de Andalucía, liderada por Jorge Paradela, celebra haber concedido en un tiempo récord de 22 meses la autorización para la mina de Masa Valverde en Huelva, que también es gestionada por Atalaya. Esta iniciativa representa una inversión de 175 millones de euros y la creación de aproximadamente 600 puestos de trabajo en la región.

No obstante, el sector demanda un avance adicional para que el nuevo reglamento europeo se implemente lo más pronto posible en todas las administraciones. Según Pedro Jiménez, de Urium Legal, lo más sensato sería que tanto el Gobierno español como las comunidades autónomas, que tienen la mayor parte de competencias en el ámbito minero, promulgaran leyes que proporcionaran seguridad jurídica en relación con dicho reglamento europeo.

Este reglamento establece que diversos procesos deben ser considerados proyectos de gran relevancia nacional, y para ello se requiere legislación o una interpretación adecuada por parte de los juristas en cada caso específico para facilitar su aceptación por parte de la Administración, apunta este abogado especializado.

Javier Targhetta, presidente de la Fundación Minería y Vida, admite que lo aprobado por la Unión Europea es “un hito sin precedentes”, aunque enfatiza que se necesita más ambición, ya que considera que Europa está rezagada en comparación con Estados Unidos y China en este sector.

Además, el CEO de Atlantic Copper destaca la intención de la Unión Europea, aunque señala que queda por ver si esta se traducirá en mayores facilidades para la inversión en esta industria esencial para el futuro.

En cualquier caso, el interés de Europa por revitalizar el sector minero con el objetivo de aumentar su autonomía en el continente y fomentar la transición energética, junto con estudios recientes que revelan el gran potencial de la faja pirítica en Andalucía, han generado una notable emoción dentro de la industria. Esta situación se ha evidenciado recientemente en el Salón de la Minería MMH (Mining and Mineral Hall), que se realizó en Sevilla.

La quinta edición de este evento bienal ha superado todas las expectativas, alcanzando un crecimiento cercano al 50%, según ha informado su comisario, Enrique Delgado. Durante los tres días que duró la feria, se registraron más de 14,658 asistentes, lo que representa un aumento del 46.6% en comparación con el año pasado.

Los tres pabellones del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes) resultaron insuficientes para el evento, organizado por la Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios (Aminer). Este año, 257 expositores participaron (un 50% más que la edición anterior) y el evento ocupó 6,432 metros cuadrados, lo que supone un incremento del 44%. Además, se registraron 1,300 congresistas (30% más) y se llevaron a cabo 4,626 contactos comerciales, así como presentaciones de proyectos y encuentros entre distintas empresas.

Importantes empresas multinacionales del sector minero, junto a diversas compañías auxiliares, han presentado sus principales innovaciones, en un momento en que la industria parece estar a las puertas de un gran ciclo de inversión y desarrollo que promete transformar la región.

La minería de metales en Andalucía alcanzó una facturación de 4.500 millones de euros durante 2023, lo que representa un aumento del 12,5% en comparación con el año anterior, de acuerdo con la información proporcionada por Aminer. Este crecimiento se atribuye al aumento de precios de los metales, sobre todo del cobre, en los mercados globales. Marta Cerati, gerente ejecutiva, manifestó que “la relevancia estratégica de estos metales es crucial para lograr los objetivos de descarbonización y la transición hacia producciones más sostenibles que la UE ha establecido. Esto ha provocado un incremento en la demanda en los últimos años, y se proyecta que esta continúe creciendo, alcanzando hasta un 50% más en la próxima década”. Además, remarcó que el sector ofrece 12.000 empleos directos y alrededor de 32.000 indirectos e inducidos.

En el pasado año, la minería metálica de Andalucía, que aporta el 90% de la producción del país, procesó 21 millones de toneladas de minerales. Igualmente, el valor de las exportaciones experimentó un incremento del 5%, alcanzando los 2.100 millones de euros, en comparación con los 2.000 millones de euros del año 2022.

En este contexto, la reciente aprobación de la Ley de Materias Primas Críticas por parte de la UE “tendrá un impacto significativo en la relevancia de la industria andaluza con respecto al suministro de minerales esenciales. Esta legislación establece porcentajes mínimos de demanda que deben ser satisfechos con producción europea, lo que ayudará a disminuir la actual dependencia de mercados externos”, añadió Cerati.

El presidente de Aminer, Luis Vega, ha enfatizado que estamos en un momento crucial para la región y el país. La Ley de Materias Primas Críticas, junto con los nuevos concursos de derechos mineros implementados por la Junta, fomentará proyectos de exploración, extracción, transformación y refinado en los próximos años. Esto atraerá inversiones y fortalecerá una minería moderna, sostenible y eficiente que busca generar riqueza en Andalucía.

En su informe anual, la organización ha señalado que el sector minero sigue avanzando hacia métodos de producción más innovadores y eco-amigables. Las empresas han invertido más de 3.000 millones de euros en la última década, con 350 millones de euros invertidos en 2023, un incremento del 17% en comparación con el año anterior. Una parte significativa de esta inversión se ha enfocado en desarrollos innovadores (61 millones de euros) y mejoras ambientales (60 millones de euros), lo que refleja el compromiso del sector con la investigación y el cuidado de los recursos naturales.

La Unión Europea busca lograr la autosuficiencia en materias primas estratégicas para reducir su dependencia de otros países, por lo que es fundamental acelerar la apertura de nuevas minas en el territorio comunitario. España y Polonia se destacan por tener las mayores reservas minerales y la capacidad de transformar esta ventaja en una industria clave en el ámbito global en los años venideros.

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