La influencer portuguesa Joana Mascarenhas ha sido sentenciada a dos años y medio de prisión por un tribunal de Lisboa por un caso de violencia doméstica. Según reporta el diario Jornal de Notícias, esta pena se ha dictado con suspensión de su cumplimiento, a raíz de un incidente en el que sumergió a su hija de tres años en agua fría como manera de controlar sus crisis de llanto.
La decisión judicial también incluye la obligación de participar en un programa de reintegración y el pago de una compensación de mil euros.
En un video que se ha vuelto viral, Joana compartió su método, afirmando que era «la mejor forma de calmarla».
Relató que vio a su hija llorar en el suelo, y se sintió atrapada entre dejarla desahogarse o meterla en la piscina. «A ella no le gusta el agua fría. En ese momento, todavía llevaba puesto el uniforme escolar y siguió llorando. No le dije nada ni hice amenazas; simplemente la sumergí hasta el cuello», explicó.
Asimismo, mencionó que esta experiencia desconcertó a la niña, asegurando que, desde entonces, su hija dejó de tener berrinches, ya que comprendió que una rabieta podría llevarla al agua. Sin embargo, la Fiscalía calificó este método de «humillante» y consideró que el trato a la menor era «indigno».
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