El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible emprenderá una investigación para clarificar los detalles del descarrilamiento de un tren que ocurrió el sábado, cuando comenzó a moverse descontroladamente hasta chocar contra una de las paredes del túnel que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín.
Este incidente provocó un significativo desorden en el sistema ferroviario entre Madrid y el este de la península, con alrededor de treinta trenes cancelados y cerca de 15.000 pasajeros impactados. El ministro Óscar Puente lo ha descrito como un hecho «absolutamente insólito».
Aunque se mostró cauteloso al no querer hacer afirmaciones sin evidencia, no descartó la posibilidad de «sabotaje». Puente comentó en una entrevista en Radio 4 que la situación es muy seria y está siendo investigada, destacando que no se trata de un evento común, sino prácticamente excepcional. En este momento del proceso, optó por no apoyar la teoría del sabotaje, señalando que no sería responsable hacerlo sin pruebas concretas.