Los vestigios, el hormigón y 662 millones inutilizados: las herencias del ladrillo que persisten en Madrid
La Comunidad de Madrid anheló establecer una estación ferroviaria en San Martín de la Vega, un complejo olímpico de natación, un gran circo de 60.000 m² en Alcorcón y un servicio de tren de cercanías que conectara Móstoles con Navalcarnero.
Sin embargo, todos estos proyectos se desmoronaron.
Si los ambiciosos planes urbanísticos de la época de la crisis del ladrillo hubieran prosperado, hoy en día, la Comunidad de Madrid contaría con una elegante estación en San Martín de la Vega, un centro de natación de alta especialización, un circo que incluyera un conservatorio, un auditorio y 140 camerinos en Alcorcón, junto con una línea de Cercanías entre Móstoles y Navalcarnero.
La difícil circunstancia económica de aquel periodo —que limitó tanto la inversión pública como la privada— derivó en municipios gravemente endeudados, infraestructuras de hormigón abandonadas y numerosos sueños y planes que nunca vieron la luz. ¿Cuál es la actualidad de esos proyectos arquitectónicos fallidos? Esta narrativa relata los grandes planes urbanos que fracasaron, resultado de la crisis que afectó al sector de la construcción en España.
La estación fantasma de San Martín; arte urbano en sus paredes
Lo único que se sabe de Kocco es su preferencia por los colores azul y verde. Este apodo corresponde a un grafitero que, en una ocasión, ingresó en la estación de tren desierta de San Martín de la Vega. Durante su paso por esta obra deteriorada, llena de ladrillos caídos y restos de pintura, Kocco dejó su firma utilizando esos tonos fríos. Quizás compartió la experiencia con otros artistas como DBC, Popa, Meak y Piyo, cuyas firmas adornan las paredes agrietadas de la estación.
Se tiene claro que el arte fue creado en 2024, ya que la mayoría de las inscripciones incluyen la fecha en que fueron realizadas. Esta información también sugiere que los autores se movieron libremente por una estación abandonada, donde la Comunidad de Madrid llevó a cabo trabajos de conservación en noviembre de 2023, lo que supuestamente restringió el acceso. Se instalaron barreras para evitar la entrada y se clausuró el aparcamiento; sin embargo, estas medidas no impidieron que volviera a ser objeto de vandalismo. «Hasta las escaleras mecánicas se llevaron», cuenta Alfredo, un joven de 30 años que solía ingresar al lugar antes de que comenzaran las obras.
La desolada estación ferroviaria de San Martín de la Vega, situada junto al Parque Warner —que en ciertos días recibe más de 20,000 visitantes—, se clausuró en 2012 debido a la escasa afluencia de pasajeros. Desde entonces, se ha convertido en un punto de encuentro para jóvenes, donde se celebran botellones, algunas fiestas y se pintan graffitis en sus paredes. A pesar de las recientes labores de conservación, la infraestructura sigue sumida en el abandono. «Nuestra petición histórica es revivirla», afirma Sergio Neira (PSOE), el teniente alcalde de la localidad.
Esta estación era parte de la línea C-3 de Cercanías que conecta Pinto con el parque temático. La edificación tuvo un costo elevado, alcanzando los 85 millones de euros, y según informes de la Comunidad de Madrid, solo la utilizaban cerca de 190 personas al día, lo que motivó su clausura. «Está estancada», comentan desde el ayuntamiento en relación a su posible reapertura. La última discusión sobre este asunto ocurrió en abril de este año.
Previo a la ejecución del proyecto, se llevaron a cabo reuniones con el departamento de Transportes. Durante estos encuentros, el teniente alcalde mencionó que el gobierno regional había solicitado tanto al Ministerio de Transportes como a empresas del sector privado que se encargaran del servicio. «Las labores de mantenimiento fueron muy limitadas. Se retiraron todos los elementos (la catenaria, el ascensor, las escaleras) y no se ha repuesto nada. La falta de vigilancia ha llevado a nuevos actos de vandalismo, y enfrentamos serios inconvenientes en el transporte».
El ayuntamiento demanda su recuperación debido a los embotellamientos que se generan en la localidad. La proximidad al Parque Warner (que recibe más de dos millones de visitantes al año) hace que muchos aficionados a las montañas rusas opten por utilizar sus automóviles. Esto, evidentemente, afecta la accesibilidad al pueblo: «Se generan numerosas congestiones en la M-506 para acceder al parque. Los autobuses interurbanos son insuficientes». Actualmente, no hay ninguna solución visible.
Según José Luis Adell, alcalde de Navalcarnero y representante del PSOE, hace una semana mencionó en una entrevista a Soy Madrid que «a Navalcarnero le ha mirado un tuerto». Se refería al descontento que ha generado la suspensión del proyecto de la línea de Cercanías desde la crisis de 2010. Desde entonces, el municipio ha enfrentado varios conflictos legales que han obstaculizado la posibilidad de que se lleve a cabo. En declaraciones a El Confidencial, Adell afirmó estar «casi seguro» de que no existe una área tan densamente poblada en España, con cerca de 200.000 habitantes, sin acceso a trenes. El ayuntamiento admite que no ha recibido «ninguna notificación nueva» sobre el fallido proyecto y señala que las expectativas se centran en el Ministerio de Transportes, dado que la Comunidad de Madrid ha rechazado hacerse cargo de la situación. Este asunto, según Adell, se ha convertido «en parte de la historia de la corrupción en España» y está vinculado al Caso Lezo.
La cuestión tiene un trasfondo. Cuando el gobierno de Esperanza Aguirre aún consideraba las inversiones urbanísticas como un negocio atractivo, se aprobó la construcción de la infraestructura, que fue adjudicada a OHL en 2009. Sin embargo, solo un año después, la viabilidad económica del proyecto se desvaneció. Aunque la iniciativa quedó pausada por largos períodos, continuó siendo responsabilidad de la Comunidad de Madrid. Los líderes posteriores del Partido Popular indicaron que la responsabilidad recaía en el gobierno central. En 2022, el entonces consejero de Transportes, David Pérez, manifestó: «Quien debe asumir (la línea ferroviaria) es el gobierno de la Nación».
A inicios del año siguiente, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta, tomó la iniciativa y solicitó a Sánchez que una parte de los fondos europeos Next Generation se destinara a la construcción de un proyecto. Este pedido llegó tras la decisión judicial que obligó a la Comunidad de Madrid a compensar a OHL, la empresa encargada, con más de 162.000 millones de euros por la finalización del contrato. OHL, insatisfecha con esta cantidad, también reclamó 53 millones más por los costos de inversión. En esta ocasión, los jueces fallaron a favor de Sol y evitaron un nuevo pago adicional.
Desde la consejería de Transportes, han mencionado que ya han comenzado a dialogar con el equipo de Óscar Puente, aunque no han recibido ninguna respuesta desde entonces. Mientras tanto, el alcalde espera que alguien tome la delantera. «Como alcalde, solicito al Ministerio de Transportes que asuma su responsabilidad y concluya la obra. No podemos seguir en un ciclo interminable de acusaciones, porque lo que realmente necesitamos es un tren que, si la Comunidad de Madrid no se hubiera entrometido, Navalcarnero ya tendría hace años. Por eso hemos acudido al Ministerio para pedir que lo finalicen», asegura.
La Ciudad del Circo en Alcorcón.
Enrique Castellana, quien ocupó el cargo de alcalde socialista en Alcorcón desde 2003 hasta 2011, tiene a un payaso como padre. Esta herencia artística lo inspiró a desarrollar un proyecto ambicioso relacionado con el circo, que llegó a costar más de 100 millones de euros: la construcción de un circo monumental en la ciudad de Madrid. Actualmente, una chapa de metal rodea este enorme complejo. Desde la avenida de la Libertad, la escena presenta dos realidades contrastantes en Alcorcón. En un lado se encuentran árboles, terrazas, tiendas y viviendas, componiendo una imagen urbana típica. En el lado opuesto, se eleva una estructura rodeada de hojalata, repleta de edificios grises y un diseño circular que recuerda al arte cinético.
El CREAA (Centro de Creación de Artes de Alcorcón), que recibió numerosas críticas de la comunidad durante su edificación, abarca 60.000 metros cuadrados y consiste en nueve edificios interconectados, un vasto auditorio con capacidad para 1.500 personas, un conservatorio e incluso un palacio de congresos. La intención era dotar a la región de un espacio para la cultura y las artes circenses. Sin embargo, la obra fue paralizada en 2010 debido a problemas de financiación y jamás se completó. Según fuentes del actual Ayuntamiento, no se destinó «ni un euro» para finalizar el CREAA. «Su desarrollo se logró gracias a las ganancias obtenidas de la construcción de más de 6.000 viviendas públicas en el Ensanche Sur», explican.
Con la visión del circo irremediablemente estancada, se generó la pregunta sobre el futuro de este colosal proyecto. El gobierno del Partido Popular, que asumió posteriormente, decidió finalizar el contrato de la obra, cuya adjudicación correspondía a FCC Construcción y Ferrovial Agroman, por un total de 34 millones de euros.
En 2017, el actor estadounidense Richard Gere consideró la posibilidad de transformar un espacio en el mayor centro budista de Europa. De acuerdo con un artículo de un medio local, uno de los desafíos más significativos para llevar a cabo este proyecto espiritual era su dimensión, la cual Gere consideraba excesiva.
Actualmente, el Gobierno de la localidad ha informado que uno de los inmuebles se ha transferido al Ministerio de Igualdad. En este lugar se establecerá el Atenpro, que se dedicará a ofrecer apoyo temprano a las víctimas de violencia de género, y contará con un sistema de teleasistencia disponible las 24 horas con personal especializado. Desde el ayuntamiento aseguran que «Alcorcón se convertirá en el núcleo de la lucha contra la violencia machista». Este proyecto recibe financiamiento de los fondos europeos Next Generation.
Además, se prevé un plan alternativo para otros seis edificios, que albergarán un centro audiovisual destinado a la producción de series, películas y videojuegos, así como un espacio para la formación profesional. El consistorio ha afirmado que «seremos el segundo plató más importante de Europa». Sin embargo, aún no se puede proporcionar una estimación de la inversión necesaria. Así, el 80% del CREAA podrá tener finalmente un propósito, mientras que el 20% restante sigue sin definir.
Por otro lado, Madrid ha anhelado, sin éxito, ser la sede de los Juegos Olímpicos, sin lograrlo en 2012, 2016 ni 2020. A principios de este año, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, expresó que «estamos trabajando en ello». Aunque el deseo por acoger el evento deportivo persiste, el interés en construir un Centro Acuático para las competiciones de natación y waterpolo ha disminuido notablemente.
La monumental obra, que abarca más de 22.000 metros cuadrados adyacentes al Estado Metropolitano, fue promovida por el anterior alcalde Alberto Ruiz-Gallardón en el año 2004. El diseño estructural fue realizado por el arquitecto Juan José Medina, quien lo destaca en su sitio web. Sin embargo, la construcción se detuvo en 2010, y la empresa encargada, Ortiz y Dragados, decidió abandonar el proyecto. A pesar de esto, se había invertido más de 190 millones de euros, de los cuales quedaban 91,5 millones pendientes de facturación. Un informe de 2017 de la Cámara de Cuentas de Madrid reveló que el costo inicial proyectado era de aproximadamente 135 millones de euros, resultando en un sobrecosto de 143 millones.
El alcalde Martínez-Almeida tomó la iniciativa en este tema, cediendo tres terrenos al Atlético de Madrid para su integración en la Ciudad Deportiva del club. En julio de este año, se realizó la ceremonia de colocación de la primera piedra del proyecto, durante la cual el alcalde posó para la foto con el presidente del club, Enrique Cerezo. Aún así, el destino del Centro Acuático era incierto. Para abordar esta situación, el Gobierno local aprobó un Plan Especial orientado a mejorar las infraestructuras públicas en el Área de Ordenación Específica (AOE) 00.08/M Parque Olímpico-Sector Oeste, permitiendo un uso más diverso del área y proporcionándole una nueva oportunidad. Sin embargo, según fuentes del área de Obras del Ayuntamiento, no hay actualizaciones adicionales; aclaran que el plan fue aprobado «de manera inicial», pero aún necesita la aprobación «final».
De haberse concretado todos los inmensos proyectos urbanísticos que surgieron al final de la crisis del sector inmobiliario, la Comunidad de Madrid disfrutaría en este momento de una moderna estación ferroviaria en San Martín de la Vega, un complejo acuático olímpico de primera clase, un circo que incluiría un conservatorio, un auditorio y 140 camerinos en Alcorcón, además de una nueva línea de Cercanías que conectaría Móstoles con Navalcarnero.