Eucaliptos, movilización y cuestiones políticas: Altri desafía la estabilidad del Gobierno gallego
Con una mayoría absoluta que le concede tranquilidad, Alfonso Rueda ha convertido el polémico proyecto de la macrocelulosa de Altri en Palas de Rei (Lugo) en un símbolo de su gestión.
La Xunta, liderada por Rueda, está firmemente comprometida con la iniciativa, en respuesta a la creciente oposición que ha cambiado su enfoque a uno más técnico y científico desde la publicación, en septiembre, de un severo informe del Consello da Cultura de Galicia.
Este órgano consultivo de gran prestigio ha advertido sobre una «severa fractura en el territorio» y las posibles repercusiones negativas para el medio ambiente. Sin embargo, el Gobierno regional sostiene su apoyo, argumentando que lo que se percibe como un peligro por los críticos se traduce en oportunidades de empleo y avance industrial.
El documento del Consello da Cultura es solo uno de los elementos clave en el debate sobre Altri, pero no el último. Recientemente, se ha denunciado una «campaña organizada» motivada por «intereses políticos», un hecho que Rueda vincula a las casi 25.000 alegaciones recibidas en relación al proyecto. El presidente ha señalado que apenas 200 de estas alegaciones son distintas, insinuando que muchas son meras «fotocopias» y sugiriendo que pudieron no ser firmadas de manera «libre». La oposición está encabezada políticamente por el BNG y, de manera más moderada, por el PSdeG, aunque grupos como Ulloa Viva y la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), así como diversas organizaciones ecologistas y sindicales, intentan organizar la respuesta social.
Desde Ulloa Viva se originó la marcha que en mayo convocó a miles de personas en Palas, destacándose como una de las más concurridas en la historia de Lugo. Junto con la PDRA, esta movilización está programada para el 15 de diciembre en Santiago, en protesta por lo que se califica como una «bomba ambiental». A pesar de continuar respaldando este proyecto con condiciones relacionadas con los informes solicitados y la legislación ambiental, el Gobierno gallego no oculta su entusiasmo.
El respaldo institucional de la Xunta hacia la macroplanta fue tan notable que en abril de 2023 sus promotores acudieron a Bruselas acompañados por Impulsa Galicia. Esta entidad, dirigida por el Gobierno gallego y Abanca, tenía como objetivo facilitar iniciativas industriales. Allí, presentaron el proyecto a representantes de la Comisión Europea reivindicándolo como un modelo de «gestión sostenible de los bosques gallegos». Durante su exposición, tanto la Xunta como la empresa promovieron un sistema de producción de fibras textiles sostenibles o lyocell, elaborado a partir de madera certificada de Galicia y residuos textiles, argumentando que este modelo es una innovación y un «ejemplo» de economía circular en el ámbito textil europeo.
En aquel entonces, existía más interés que preocupación por la fábrica en Palas de Rei. Sin embargo, la situación dio un giro drástico en marzo, cuando el Diario Oficial de Galicia reveló los pormenores del proyecto, informando que en la localidad lucense se planea producir el doble de celulosa en comparación con el lyocell.
El Consello da Cultura ha puesto en cuestión el interés del proyecto, que ha visto una drástica disminución en la creación de empleos, pasando de 2.500 a únicamente 500, y el informe del órgano asesor rebaja esta cifra a entre 161 y 285 empleos. La presidenta del Consello, Rosario Álvarez, calificó los hallazgos como «contundentes y rigurosos». Según el informe, la propuesta de la fábrica «no está alineada con un plan territorial o industrial que haya sido sometido a evaluación ambiental», sino que se basa en una mera declaración que la considera un proyecto «estratégico». Este extenso documento de 180 páginas sugiere que el impacto en la economía de Galicia sería mínimo, estimando en solo 0,30 euros por cada euro generado, de los cuales apenas un 25% beneficiaría a la región afectada.
Sobre el impacto medioambiental, que es el principal motivo de oposición hacia Altri, el informe indica que la localización seleccionada se sitúa «directamente en uno de los hábitats geológicos y ecológicos más únicos e interesantes de Galicia». En cuanto al eucalipto, especie vinculada en Galicia con la desertificación y los incendios, los expertos del Consello da Cultura advierten que la construcción de la fábrica requeriría la plantación de entre 80.000 y 190.000 hectáreas adicionales a las 409.000 que ya existen, lo que podría ocasionar la «destrucción total» o la «alteración irreversible» de los suelos en la zona.
De los diez expertos que participan en el informe, solamente uno presenta un panorama positivo respecto a la planta: aquel que evaluó el uso de agua, proyectado en 46.000 metros cúbicos al día, una cantidad equivalente a toda la provincia de Lugo. El análisis indica que tanto la recolección de agua como los cambios en su calidad en la zona de desecho «se encuentran dentro de los estándares exigidos» por el Plan Hidrológico correspondiente. Sin embargo, este aspecto generó desacuerdos, ya que otros investigadores advierten que los estimados de consumo se elaboran con base en promedios mensuales en lugar de diarios, «lo que implica un sesgo considerable».
El Partido Popular liderado por Alfonso Rueda está soportando la presión de defender a Altri, una compañía portuguesa que opera en el índice PSI-20 de Lisboa, y que se presenta en Galicia junto a Greenalia, a cuyo consejo pertenece Beatriz Mato, exconselleira de Medio Ambiente, cercana al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. El Gobierno también enfrenta el dilema, dado que la inversión depende de asegurar 250 millones de euros, que representan el 25% del total, provenientes de los fondos Next Generation a través del PERTE para la descarbonización. Al principio, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no mostró rechazo hacia el proyecto, pero las recientes revelaciones sobre su naturaleza y la creciente oposición social han enfriado su respaldo. Esta situación se convierte en un peso político para el PSdeG, que podría verse superado por un BNG más activo en las movilizaciones.
Con una sólida mayoría, Alfonso Rueda ha convertido el polémico proyecto de macrocelulosa de Altri en Palas de Rei (Lugo) en una de las prioridades de su gestión. La Xunta, bajo su liderazgo, respalda completamente la iniciativa, a pesar del aumento de las críticas, que han adoptado un enfoque más técnico y científico desde la difusión de un contundente informe del Consello da Cultura de Galicia en septiembre. Este reconocido órgano consultivo advirtió sobre una «seria fractura en el territorio» y los posibles efectos perjudiciales en el medio ambiente. Sin embargo, el gobierno autonómico sostiene su apoyo, argumentando que lo que algunos ven como una amenaza para el entorno, ellos lo consideran una oportunidad para la creación de empleo y el crecimiento industrial.
