En la jornada del jueves, los representantes de la Unión Europea discutieron cómo incrementar las repatriaciones de migrantes, una cuestión de gran importancia para todas las naciones miembros. Están comenzando a evaluar la posibilidad de establecer centros de deportación en otros países, una idea que había sido descartada anteriormente por las incertidumbres sobre su compatibilidad con las normativas europeas e internacionales.
La cuestión migratoria ha resurgido con fuerza en la cumbre, después de haber estado menos presente en la agenda durante algunos meses, tras la firma del pacto de migración y asilo en mayo.
Durante el encuentro, se aprobaron unas conclusiones que instan a la Comisión Europea a «presentar de manera urgente una nueva propuesta legislativa sobre los retornos.» El documento detalla que la UE busca implementar «acciones decididas a todos los niveles» para facilitar y acelerar estos procesos, alentando el uso de «todas las políticas e instrumentos» a su disposición, que incluyen la diplomacia, la cooperación en desarrollo, el comercio y los visados.
Aunque la idea de los centros para migrantes no es completamente nueva y, de hecho, Italia ha iniciado esta semana un convenio con Albania en este contexto, el interés por esta propuesta entre los países de la UE ha ido en aumento. Este jueves, se evidenció en un desayuno de trabajo que organizaron Italia, Dinamarca y los Países Bajos antes de la cumbre, al que también asistieron Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y representantes de otros ocho países (excluyendo a España). Este encuentro mostró la alineación de estas naciones en torno a la política sobre migración, con Italia presentando su acuerdo con Albania.
Con miras a la cumbre, Ursula von der Leyen envió una carta a las capitales europeas instando a «seguir explorando» la posibilidad de establecer centros de retorno fuera de la UE y a aprender de la experiencia del acuerdo entre Italia y Albania.
Se estaban recopilando diversas propuestas, como la aceleración de la implementación del acuerdo migratorio solicitado por España. Las conclusiones ratificadas mencionan que «se deberían explorar nuevas estrategias para prevenir y mitigar la migración irregular, alineadas con el derecho internacional y las normativas de la UE». Además, enfatizan la relevancia del «adecuado funcionamiento del espacio Schengen».
El documento también resalta que la migración «presenta un reto europeo que requiere una respuesta conjunta» y «toma en consideración» la carta de Von der Leyen, enfatizando la necesidad de «hacer valer» la legislación ya existente para enfrentar los desafíos actuales. Asimismo, se solicita «una colaboración más estrecha con los países de origen y tránsito, mediante asociaciones integrales y beneficiosas mutuamente, para abordar las causas subyacentes y combatir el tráfico y la trata de personas, buscando prevenir pérdidas de vidas y salidas irregulares».
La UE también destaca que alinear la política de visados con los países vecinos es «un aspecto clave». Además, insiste en que «es vital establecer vías seguras y legales» para favorecer una migración ordenada. Respecto al pacto migratorio y de asilo, la UE aprobó en mayo pasado un acuerdo cuyo objetivo es gestionar la migración de forma organizada y predecible. Von der Leyen advirtió que su implementación debe acelerarse, subrayando que «es necesario mantener el equilibrio entre responsabilidad y solidaridad». Sin embargo, muchos Estados miembros, incluido Francia, consideran que esta compleja estructura legislativa carece de un «elemento esencial»: una normativa que mejore la eficacia de los retornos. Aunque existe una Directiva de Retorno de 2008 y una propuesta de actualización de 2018, un número significativo de Estados socios opina que esta ya no es pertinente.
Von der Leyen ha anunciado que la primera tarea del futuro comisario de Interior, Magnus Brunner de Austria, será presentar una nueva propuesta legislativa sobre devoluciones. En otro contexto, la Unión Europea (UE) respaldó la decisión temporal de Polonia de suspender el derecho de asilo con el fin de resguardarse de los «ataques híbridos» provenientes de Bielorrusia. El Consejo Europeo expresó su fuerte condena ante el aumento de las operaciones híbridas de Rusia dirigidas a la UE, sus Estados miembros y socios. En su comunicado, se aplaudieron las medidas restrictivas adoptadas por la UE en respuesta a las acciones desestabilizadoras de Rusia y se reafirmó el compromiso de la UE y sus estados de fortalecer su capacidad de resistencia, utilizando todas las herramientas disponibles para prevenir, disuadir y reaccionar ante estas actividades híbridas provenientes de Rusia.