Ni en el Cáucaso ruso ni en la cadena montañosa de Zagros: la especie amenazada que ha hallado un nuevo refugio se encuentra en Cantabria. Se trata de dos hermanos de seis años de edad, machos que nacieron en el Zoo Aquarium de Madrid, en el marco del Programa Europeo del Leopardo Persa de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha recibido a estos felinos excepcionales: dos leopardos persas, una de las subespecies más en peligro a nivel mundial. Los dos felinos, que provienen del Zoo Aquarium de Madrid, han sido nombrados Yala, inspirado en el Parque Nacional Yala de Sri Lanka, y Khal, que en persa significa ‘mancha’.
Desde el martes pasado, están integrados en los esfuerzos de conservación del safari cántabro, donde los animales viven en semi libertad. Este traslado se realizó siguiendo las pautas del Programa Europeo de Conservación ex situ (EEP), respaldado por la EAZA, que eligió Cabárceno como el lugar ideal para proteger a esta especie en riesgo. Con un área de casi 4.000 metros cuadrados que incluye espacios arbolados, rocosos y una piscina, los leopardos están comenzando a adaptarse a su nuevo hogar. Un futuro para Yala y Khal. Aunque por ahora exhiben un comportamiento algo tímido, el parque espera que los visitantes tengan la oportunidad de verlos en su recinto exterior a medida que se sientan más cómodos en su renovado ambiente. Este espacio ha sido reforzado con nuevas medidas de seguridad tras la reciente pérdida de un jaguar, su anterior residente.
El leopardo persa, cuyo nombre científico es Panthera pardus tulliana, se caracteriza por su tamaño considerable y su robusta estructura. Este mamífero puede alcanzar longitudes superiores a 1,50 metros y un peso que puede llegar hasta los 70 kilos, presentando un distintivo patrón de manchas en su piel. Lamentablemente, la población de esta especie en estado salvaje está en ernstige disminución, principalmente a causa de la caza ilegal y la destrucción de su hábitat en países como Irán, Irak, Armenia y Afganistán, donde se calcula que solo sobreviven entre 750 y 1.000 individuos. Con la finalidad de contribuir a su preservación, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno se consolida como un centro europeo en la protección de especies en peligro, proporcionando a Yala y Khal un hábitat seguro, donde se espera que jueguen un papel crucial en la salvaguarda de estos felinos.