Sara Carbonero mostró su profunda emoción al hablar en los premios ELLE Cancer Ball. Durante su intervención, compartió que por primera vez se refería públicamente a su diagnóstico de cáncer, el cual le fue revelado en 2019, cuando contaba con 35 años.
La periodista admitió que «cáncer» era un término que le resultaba difícil de aceptar y que evitaba mencionar, ya que pensaba que al no decirlo, no se convertiría en realidad. Sin embargo, ella ha comprendido que esto es un largo viaje y que será paciente oncológica por el resto de su vida.
Carbonero expresó que ha aprendido a vivir con la incertidumbre y a aceptarla como parte de su vida. Resaltó la importancia de hablar sobre el cáncer y de mostrarse vulnerables, enfatizando que no hay nada de malo en ello. Su deseo es ofrecer un mensaje de esperanza y aliento a quienes enfrentan esta dura enfermedad. Recordó su reacción inicial al recibir el diagnóstico, que fue de sorpresa y confusión. Reconoció que buscar apoyo psicológico fue fundamental, pero lo que realmente necesitaba era encontrar a otras mujeres que hubieran atravesado experiencias similares y que continuaran fuertes años después.
La periodista también mencionó el papel crucial que ha tenido el amor en su proceso. Agradeció a todas aquellas personas que han estado a su lado durante este tiempo, mencionando específicamente a su familia, amigos, médicos y, por supuesto, a sus hijos, quienes han sido su principal razón para seguir adelante. Compartió que es complicado explicarles por qué su padre necesita reposo tras cada sesión de quimioterapia, y que esta ha sido una realidad que han tenido que enfrentar en esos años de tratamiento.
Sara se mostró visiblemente afectada al preguntarse por qué su madre carece de la vitalidad que exhiben las mamás de sus amigos. «Dedico mi amor a todas esas valientes madres que, al igual que yo, tienen el privilegio de ver a sus hijos desarrollarse», comentó la periodista, antes de abogar por la necesidad de avanzar en la investigación sobre la enfermedad. «Debo todo esto a la medicina y al cariño que he recibido», concluyó Carbonero, recordando con emotividad a aquellas que «ya no se encuentran aquí».
