Desde hace más de nueve meses, el Ministerio de Trabajo, junto con los sindicatos y la patronal, intenta llegar a un consenso sobre la reducción de la jornada laboral semanal, pero el progreso ha sido limitado. La presión del tiempo se hace evidente, y los empresarios continúan oponiéndose a una medida que consideran impuesta.
En este contexto, la ministra Yolanda Díaz ha emitido una advertencia a la patronal: la propuesta de bonificaciones para las micropymes que implementen esta reducción de jornada depende de que la CEOE acepte el acuerdo. De lo contrario, el Ministerio de Trabajo explorará la posibilidad de un pacto exclusivo con los sindicatos, que podría diferir de las propuestas que actualmente están sobre la mesa.
Díaz ha subrayado la necesidad de apoyo para las pequeñas y medianas empresas. También recordó que, durante la última negociación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), su departamento ofreció un incremento del 4% a la patronal a cambio de su participación en el pacto, que no aceptaron, resultando en un aumento final del 5%. “La patronal optó por otras alternativas. Prefirió no firmar y aceptar un incremento mayor del SMI,” señaló Díaz.
Usando esta referencia, la vicepresidenta instó a los empresarios a decidir si prefieren «seguir el camino de los incentivos» o «la aplicación estricta de la ley,» lo que significaría reducir la jornada a 37,5 horas sin beneficios adicionales. Además, enfatizó que el diálogo social debe incluir incentivos y un trato respetuoso. “El acuerdo es viable,” reiteró en varias ocasiones. “Los empresarios son conscientes de esto. La pregunta clave es si la dirección empresarial está dispuesta a participar en la negociación o a aceptar un SMI.”
Díaz ha afirmado que la patronal debe aclarar si cumplirá con las expectativas del país. La ministra de Trabajo menciona incentivos relacionados con una propuesta de su ministerio que busca que las micropymes obtengan bonificaciones en las contribuciones a la Seguridad Social por los contratos realizados para aumentar personal debido a la reducción de horas laborales. A esta iniciativa, se han sumado otras medidas de flexibilidad, como una mayor capacidad para distribuir la jornada laboral de manera irregular en 2025. El acuerdo entre PSOE y Sumar estipulaba que la disminución de horas de trabajo se llevaría a cabo en dos etapas: una reducción inicial de 40 a 38,5 horas en 2024, seguida de otra reducción a 37,5 horas el año siguiente. Sin embargo, dado el corto plazo, el ministerio de Díaz optó por omitir la fase intermedia de 2024 y avanzar directamente hacia las 37,5 horas para 2025.
