Jaime Alfonsín Alonso, originario de Lugo y nacido en 1956, ha sido nominado para hacerse con la Medalla número 21 de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, un puesto que ocupaba Fernando Suárez González antes de su fallecimiento.
La publicación de esta convocatoria para llenar el cargo vacante apareció en el Boletín Oficial del Estado el 7 de junio pasado. La propuesta de Alfonsín ha sido respaldada por tres académicos de renombre: Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución; Santiago Muñoz Machado, quien es catedrático de Derecho Administrativo y además director de la Real Academia Española; y María Emilia Casas, ex presidenta del Tribunal Constitucional.
La votación para su elección se llevará a cabo hoy en la sede de la institución, que está bajo la dirección de Benigno Pendás. Josep Borrell fue el último en ser elegido.
Si su candidatura es aceptada, Jaime Alfonsín obtendrá el primer reconocimiento institucional relacionado con su carrera como jurista y exjefe de la Casa del Rey, cargo que ocupó desde junio de 2014 hasta febrero de 2024. Anteriormente, había sido jefe de la secretaría del Príncipe de Asturias durante casi dos décadas, entre 1995 y 2014. Antes de su labor en la Casa del Rey, ejercía como abogado del Estado y trabajó en varias delegaciones de Hacienda, en el Ministerio de la Presidencia, en el Tribunal Supremo, y en la Comisión Europea.
De ser elegido, sería su primer reconocimiento desde que dejó la Jefatura de la Casa del Rey en febrero.
Fuera del ámbito institucional, desempeñó funciones como responsable del área jurídica de Barclays Bank en España y trabajó como letrado en el bufete Uría Menéndez. Gracias a su experiencia y formación, tanto antes como durante su tiempo en la Casa del Rey, Alfonsín se ha consolidado como un experto destacado en derecho público.
Jaime Alfonsín ocupa actualmente el cargo de consejero privado del Rey y es miembro honorario del Patronato de la Fundación Princesa de Asturias. Durante su tiempo liderando la Casa del Rey, que abarcó un periodo crítico en la monarquía parlamentaria española, fue testigo de la proclamación de Felipe VI en junio de 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I. La crisis que enfrentó la Corona demandó un esfuerzo significativo por parte de la Casa del Rey, donde Alfonsín se dedicó a la rehabilitación, siguiendo las directrices de Felipe VI, lo que llevó a una modernización tanto de la estructura que respalda la jefatura del Estado como de la imagen de la monarquía.
Los principios de eficiencia, transparencia y ejemplaridad fueron los que el Rey se comprometió a cumplir en su proclamación, valores que Alfonsín materializó durante su década al frente de la Casa, culminando con la jura de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, el 31 de octubre del año pasado, coincidiendo con su 18 cumpleaños.
Alfonsín se mantuvo en su puesto hasta dicha fecha por el deseo explícito de Felipe VI, quien había considerado la posibilidad de su relevo en marzo de 2022, tras el cierre de la investigación del fiscal sobre Juan Carlos I. Este año, el Rey designó a Camilo Villarino como nuevo jefe de su Casa.