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Exámenes de función pulmonar, restricción en la reproducción, un sistema de clasificación de razas… Las iniciativas adoptadas por diversas naciones para proteger la salud canina

En Francia, si bien no se ha prohibido la cría de ninguna raza de perros, existe una regulación rigurosa para las razas braquicéfalas, como el bulldog francés y el carlino. De acuerdo con el Código rural y de la pesca marítima, se alienta a promover una cría responsable de estas razas.

Esto incluye la realización de pruebas respiratorias que proporcionen información veterinaria sobre la salud de estos perros, permitiendo así evaluar su idoneidad para la reproducción.

En el Reino Unido, algunas razas braquicéfalas, incluyendo el bulldog inglés y el carlino, también están sometidas a regulaciones estrictas.

Según lo indicado por la RSPCA (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals), estos perros suelen enfrentar serios problemas respiratorios que impactan su bienestar. Aunque la cría no está prohibida, se está llevando a cabo un esfuerzo significativo en la sensibilización de los criadores para proteger a estas razas y evitar prácticas extremas.

En Australia, la cría de razas como el bulldog inglés y el carlino es objeto de rigurosos controles. Se considera que ciertas características faciales pueden ocasionar complicaciones respiratorias y problemas de regulación térmica que amenazan la salud de estos animales. Por este motivo, la Asociación de Veterinarios Australianos (AVA) subraya la necesidad de que los criadores realicen exámenes veterinarios a sus perros antes de proceder con la cría, con el objetivo de mitigar la incidencia de extremos en las generaciones futuras.

En el continente europeo, los Países Bajos se destacan por ser pioneros en la prohibición de la cría de ciertas razas caninas, como el bulldog francés y el shih tzu, debido a los problemas de salud asociados con la braquicefalia. Desde el año 2021, se establece una restricción sobre la cría de hasta 20 razas que tienen un hocico «excesivamente» corto. Además, este país ha implementado un sistema de clasificación, conocido como semáforo, que organiza las razas según la longitud de su hocico para definir las restricciones aplicables a su cría.

Después de que los Países Bajos establecieran estas normativas, Noruega adoptó una postura similar y prohibió la cría de bulldogs y cavalier king Charles spaniels, argumentando que esto viola la sección 25 de su Ley de Bienestar Animal. Su principal preocupación es que la cría de estas razas implica utilizar animales con problemas de salud, lo que consideran un ejemplo más de maltrato hacia los animales.

En España, a pesar de que no hay una prohibición sobre la cría de perros braquicéfalos, la comunidad veterinaria ha expresado su oposición repetidamente. Diversos estudios indican que más de la mitad de los bulldogs y aproximadamente dos tercios de los carlinos muestran dificultades respiratorias. Afortunadamente, cada vez más especialistas están tomando conciencia sobre esta problemática, y se espera que un número creciente de países se unan a las regulaciones que limitan o prohíben la cría de estas razas.

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