Antes de asumir su papel como diputado en el Congreso, Eduardo Zaplana tuvo una carrera que culminó con el escándalo del caso Erial. Este evento ha sellado su destino político, ya que ha enfrentado condenas por manipular contratos gubernamentales y lavar grandes sumas de dinero.
Eduardo Zaplana vuelve a ser tema de conversación en los medios luego de recibir una condena de más de diez años de cárcel por prevaricación, cohecho y blanqueo de capitales, según lo dictado por la Audiencia Provincial de Valencia. Sin embargo, su historia política comienza mucho antes del caso Erial, con una trayectoria extensa que se remonta a sus inicios en el Congreso de los Diputados.
Su carrera se inició a principios de los años 90, ocupando los cargos de concejal y alcalde de Benidorm entre 1991 y 1995. Posteriormente, avanzó hacia la política autonómica como diputado en las Cortes Valencianas. En 1995, alcanzó un hito significativo al ser designado presidente de la Generalitat Valenciana, posición que mantuvo durante siete años, hasta 2002.
Durante este periodo, Zaplana participó en diversas iniciativas de modernización en la Comunidad Valenciana, consolidándose como una de las figuras más influyentes del Partido Popular en la región.
El salto a la escena nacional ocurrió en 2002, cuando José María Aznar lo llamó a Madrid para asumir el cargo de ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Al año siguiente, también asumió el rol de portavoz del Gobierno, un puesto que lo colocó en el centro de la atención pública, especialmente en la gestión de las comunicaciones tras los atentados del 11 de marzo de 2004.
Después de las elecciones de 2004, cuando el Partido Popular se inclinó hacia la oposición, Zaplana ocupó el cargo de portavoz del Grupo Popular en el Congreso hasta abandonar la arena política en 2008. Ese mismo año, decidió dar un nuevo rumbo a su carrera profesional, dejando su escaño para ingresar en el sector privado. Fue designado delegado del Grupo Telefónica para Europa, posición que ocupó hasta 2018, y además fundó Decuria Consulting, una firma dedicada al asesoramiento.
De acuerdo con el fallo emitido en el día de hoy, se acusó a Zaplana y a varios otros de haber malversado millonarias sumas de dinero en comisiones ilícitas a través de empresas en paraísos fiscales. Estas actividades estaban vinculadas a la concesión de estaciones de ITV y al Plan Eólico de la Comunidad Valenciana. Una porción de estos recursos fue legitimada mediante transacciones en el sector inmobiliario y financiero.
