En los aviones, especialmente en las aerolíneas de bajo costo, el uso del espacio es muy limitado, particularmente cuando toca sentarse en un asiento del medio en una fila de tres. Esto genera ciertos inconvenientes, ya que a menudo resulta complicado encontrar un lugar adecuado para apoyar los brazos, o al menos uno de ellos.
Sin embargo, hay una estrategia que podría ayudar. Mary, una azafata de Estados Unidos, sugiere que la clave está en ser paciente y moverse en el momento adecuado. Ella indicó: «Espero hasta que el pasajero de al lado se levante para tomar algo y aprovecho ese instante para usar el reposabrazos».
Además, William Hanson, un experto en etiqueta y autor, recomienda adoptar una mentalidad diferente durante el vuelo. Este especialista sugiere que es beneficioso para los pasajeros habituarse a colocar los codos en vez de los brazos y a compartir los espacios de manera equitativa.