Edi y Violeta continúan su vínculo dentro de la casa de Gran Hermano. Aunque se distanciaron por un corto tiempo, no pudieron resistir la atracción entre ellos y terminaron volviendo a unirse. La semana pasada, hicieron un pacto. «Si Vanessa se libra de la expulsión, pedimos una hora sin cámaras», comentó Edi en tono de broma, y así fue como sucedió.
Sin embargo, a Violeta le incomodaba la idea, especialmente por lo que su madre podría pensar. «Estamos aquí para pedir la hora sin cámaras», expresó Edi junto a Violeta en el confesionario, mientras ella reía nerviosamente. «Dado que había incertidumbres, vamos a verificar con ellos si todavía la desean», anunció Ion Aramendi en vivo durante la noche del domingo.
La pareja regresó al confesionario. «La hora sin cámaras ha sido autorizada, aunque me gustaría confirmar nuevamente con vosotros», les comentó el presentador. «Por supuesto», contestó Edi. A pesar de su risa nerviosa, Violeta finalmente se mostró seria y respondió con firmeza: «Sí». Así se estableció la confirmación. «Esto tendrá lugar el próximo martes», le explicó Aramendi a la audiencia. En el plató, Laura, la madre de Violeta, compartió su perspectiva. «Ella primero lo discutiría conmigo, no con nadie más», afirmaba la mujer. «Con solo mirarla, lo entendería y le diría que no», sostenía contundentemente la madre de la joven. Edi había hablado sobre este asunto con Violeta antes. «Tampoco estoy haciendo nada malo», reflexionaba.
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