×

El eneagrama me ayudó a comprender de manera precisa las interacciones perjudiciales que existían en mi vida amorosa

Los principales desafíos que enfrenta la humanidad, como las crisis económicas y sociales, la desigualdad y las dificultades laborales, así como las repercusiones de los conflictos bélicos, impactan negativamente en el bienestar y la salud mental de millones tanto en España como en el resto del planeta.

De acuerdo con Unicef, un 41% de los jóvenes de entre 13 y 18 años ha expresado o sospecha haber experimentado un problema relacionado con su salud mental en el último año. Estrés, ansiedad y soledad son solo algunos de los males que aquejan a una gran cantidad de personas, mientras que muchas más luchan por encontrar un propósito en sus vidas.

En este contexto, el autoconocimiento se ha vuelto una herramienta esencial para quienes buscan alcanzar un desarrollo personal y una existencia más plena. Psicólogos y entrenadores personales afirman que entenderse a uno mismo favorece la aceptación de las propias fortalezas y debilidades, lo que a su vez refuerza la autoestima y mejora las relaciones interpersonales. Asimismo, facilita la gestión emocional, permite tomar decisiones coherentes con nuestros valores y promueve la adaptación ante los cambios.

Daniel Ramos Autó, autor de «Conecta con tu esencia a través del eneagrama» (Editorial Luciérnaga), ofrece en una entrevista a 20minutos una explicación sobre esta herramienta de autoconocimiento. El eneagrama, que ha ido ganando popularidad en Occidente, se presenta como un mapa de la personalidad que clasifica nueve tipos diferentes de pensamientos, emociones y comportamientos. Cada uno de estos tipos, denominados eneatipos, brinda una perspectiva singular del mundo. El eneagrama no solo describe quiénes somos, sino que también revela nuestros patrones de conducta automáticos.

El eneagrama nos ayuda a profundizar nuestro autoconocimiento, permitiéndonos reconocer esos miedos y hábitos que a veces nos limitan. Además, nos guía hacia decisiones más informadas en nuestras vidas, indicándonos caminos para una existencia más llena, tranquila y reflexiva. También facilita la identificación de nuestros talentos innatos y fortalezas, impulsándonos a cultivar estas cualidades y a vivir con mayor autenticidad.

En cuanto a las personalidades en el eneagrama, existen nueve tipos distintos:

1. **El Perfeccionista**: Este tipo se distingue por su fuerte ética y sentido de justicia, aunque en ocasiones puede volverse demasiado rígido y autocrítico.

2. **El Ayudador**: Su generosidad y habilidad para conectar con los demás son notables, pero a veces se convierte en alguien que depende emocionalmente de la necesidad de los otros.

3. **El Triunfador**: Este eneatipo es eficiente y se enfoca en alcanzar metas, aunque puede ser excesivamente preocupado por su imagen y temer el fracaso.

4. **El Individualista**: Es una persona creativa que valora la autenticidad, pero puede caer en la trampa de la envidia y la melancolía.

5. **El Observador**: Se caracteriza por su claridad mental y objetividad, pero puede sentirse apartado emocionalmente de su entorno.

6. **El Leal**: Aprecia la lealtad y tiene un fuerte sentido de deber, aunque a menudo lucha con la ansiedad y la inseguridad.

7. **El Entusiasta**: Este tipo es optimista y tiene una gran pasión por la vida, pero tiende a esquivar el dolor y dispersarse en múltiples actividades.

8. **El Desafiador**: Se destaca por su liderazgo y fuerza, aunque puede tornarse dominante y evadir mostrar sus debilidades.

9. **El Pacificador**: Anhela la paz interior y es un excelente mediador, aunque tiende a evitar conflictos y puede caer en la inacción.

Cada una de estas personalidades se agrupa en tríadas que reflejan su motivación principal y la manera en que interactúan con la realidad.

Por ejemplo, la tríada emocional, que abarca los eneatipos 2, 3 y 4, se distingue por su necesidad de ser validados por el exterior. Estas personalidades interpretan el mundo principalmente a través de sus emociones, deseando ser reconocidas y apreciadas por otros. En cambio, la tríada mental, compuesta por los eneatipos 5, 6 y 7, tiene como propósito fundamental la búsqueda de seguridad. Estas personalidades analizan la realidad mediante el intelecto y se centran en prever y prepararse ante potenciales peligros o transformaciones. Por último, la tríada visceral, que incluye a los eneatipos 8, 9 y 1, aspira a mantener el control sobre su entorno. En este caso, procesan la realidad a través de acciones y reacciones más instintivas.

En tu opinión, ¿cuál crees que es el error más frecuente al trabajar con el eneagrama? Un gran fallo es considerar que encontrar tu eneatipo es el final del proceso, cuando realmente es solo el comienzo. Identificarse en exceso con un eneatipo puede resultar en una limitación: uno queda encapsulado en una etiqueta y deja de explorar nuevas formas de ser. Otro error común es utilizar el eneagrama como una forma de autojustificación, eludiendo la responsabilidad personal de transformación y desarrollo. En vez de eso, esta herramienta debería servir para descubrir los patrones automáticos que seguimos, y no para justificarlos. El eneagrama no es una excusa para nuestras inseguridades, sino un recurso para enfrentarlas.

¿Cuál es la naturaleza de los eneatipos y cómo se describiría el proceso de descubrir el propio? ¿Es posible que esto modifique la percepción de uno mismo?

Identificar tu eneatipo requiere un proceso de observación personal y meditación introspectiva, lo que implica dedicación y perseverancia. No se trata solo de completar un cuestionario, sino de reflexionar de manera honesta sobre tus verdaderas motivaciones, los miedos que te limitan y los patrones de conducta perjudiciales que repites sin notarlo. Conocer tu eneatipo tiene el potencial de cambiar radicalmente la manera en que te entiendes, ya que revela las raíces de muchos de tus conflictos, desde los más cotidianos, como encontrar dificultades para rechazar propuestas y establecer límites, hasta los más profundos, como la falta de confianza o la lucha para manifestar tus sentimientos.

¿Es común que las personas reconozcan fácilmente su ira, cobardía o envidia?
No, en la mayoría de los casos, enfrentar nuestras sombras no es sencillo. En nuestra sociedad, se prioriza la imagen y la perfección, lo que hace que aceptar los aspectos oscuros de nuestra personalidad resulte incómodo. No obstante, es precisamente en ese reflejo veraz donde comienza el auténtico camino hacia el autoconocimiento. La humildad juega un papel crucial en admitir que todos enfrentamos diariamente defectos, contradicciones y temores. Si aprendemos a observar esos elementos sin prejuicio, podemos comenzar a abordarlos y a evolucionar.

¿Cuál es la forma de identificar nuestras fortalezas?
Identificar nuestras virtudes implica una evaluación honesta sobre aquello en lo que sobresalimos de manera innata, así como reflexionar sobre lo que nos hace sentir más vivos, verdaderos y realizados. Muchas veces, nuestras fortalezas están tan arraigadas en nosotros que las consideramos normales. El eneagrama también facilita resaltar esos aspectos positivos que en ocasiones no vemos y nos motiva a cultivar nuestras cualidades, además de trabajar en nuestras áreas que necesitan mejora.

El eneagrama, por ejemplo, puede ser una herramienta valiosa para identificar nuestras cualidades de liderazgo, capacidad para resolver conflictos, creatividad, empatía, habilidades comunicativas y nuestra predisposición a conectar con los demás de manera profunda. Estas fortalezas son solo algunas de las que podemos reconocer y fomentar gracias al autoconocimiento que el eneagrama nos brinda.

Después de la crisis personal que mencionas en tu libro, ¿cómo impactó el eneagrama en tu vida?
El eneagrama me ayudó a comprender las dinámicas dañinas que estaban presentes en mi relación amorosa. Me di cuenta de cómo mis temores e inseguridades afectaban la forma en que me relacionaba y enfrentaba la vida. Este conocimiento me llevó a entender que muchas de mis reacciones estaban impulsadas por la necesidad de sentirme seguro y conseguir la aprobación de los demás, lo que ocasionaba relaciones dependientes emocionalmente. Al darme cuenta de estos patrones, pude comenzar a establecer relaciones más saludables tanto conmigo mismo como con los demás.

¿Qué recomendaciones das para reconocer nuestras «zonas oscuras» sin sentir rechazo o incomodidad?
Es esencial abordar este proceso con humildad y compasión hacia uno mismo. Todos cargamos con nuestras propias experiencias, temores y limitaciones. El truco está en vernos como aprendices en este viaje, aceptando que somos humanos y que hacemos lo mejor que podemos en cada situación, en lugar de criticarnos por no alcanzar la perfección. La humildad nos permite reconocer que siempre estamos en camino de aprendizaje y crecimiento, mientras que la honestidad nos facilita examinar nuestras sombras sin dramatismos, considerándolo como un paso necesario para mejorar y avanzar en nuestra vida.

Lea También