En Mataró, los Mossos han llevado a cabo un operativo que resultó en la incautación de 3.000 plantas de cannabis y la detención de ocho individuos. Los cultivos se hallaban en viviendas alquiladas a nombre de personas ajenas, con rentas que excedían los diez mil euros mensuales.
Este grupo, que operaba desde Mataró, se dedicaba al narcotráfico y tenía instalaciones de cultivo en diversas localidades de Cataluña. Durante la intervención, se encontró el cuerpo sin vida de uno de los responsables de la plantación, quien falleció por razones naturales.
La operación culminó con la detención de ocho personas, incluidos los líderes del grupo. Además de las plantas de marihuana, se confiscó un total de 30 kilos de cogollos y tres vehículos utilizados para sus actividades ilegales. La investigación se inició en julio de 2024, tras recibir información sobre la existencia de cultivos controlados por una organización con sede en el Maresme.
Los investigadores descubrieron que los jefes del grupo visitaban las instalaciones con provisiones y materiales para los trabajadores de jardín, quienes a menudo permanecían aislados durante semanas. Las propiedades de los principales sospechosos estaban ubicadas en Mataró y Malgrat de Mar, y desde allí se trasladaban a otras localidades como Tarragona, Matadepera, Cervelló, Sant Iscle de Vallalta y Maçanet de la Selva, donde se encontraban las plantaciones. En todos estos sitios, el consumo de electricidad era significativamente alto, y se detectó que los detenidos manipulaban el sistema eléctrico para conectarse a la red pública.
La policía subraya que, en el transcurso de la investigación, los agentes notaron que algunos individuos manipulaban los medidores en la vía pública. El 24 de septiembre, durante este proceso investigativo, los oficiales observaron cómo dos personas que salían de una de las casas en Maçanet de la Selva mostraban signos de angustia, uno de ellos incluso en llanto, aunque no pudieron determinar la razón. Esa misma noche, un abogado se presentó en la estación de los Mossos en Reus (Tarragona) para informar que un cliente suyo le había revelado el hallazgo de un cadáver en una vivienda de Maçanet, la misma que estaba bajo vigilancia policial. Al llegar los Mossos al lugar, encontraron el cuerpo sin vida de alguien que aparentemente residía en la casa y que se encargaba de cuidar una plantación de más de 900 plantas que había en su interior. Tras realizar la autopsia, se concluyó que la muerte fue a consecuencia de causas naturales. Luego de este suceso, los miembros del grupo cambiaron sus hábitos, dejaron su residencia en Mataró y se trasladaron a otra ubicación. Las propiedades que albergaban las cuatro plantaciones indoor tenían siempre las ventanas cerradas y las persianas bajadas. El único movimiento que se percibía era el de los miembros del grupo delictivo, quienes llegaban para aportar materiales para la plantación o víveres y objetos a los encargados del cuidado de las plantas. Estas plantaciones estaban ubicadas en viviendas alquiladas a nombre de personas ajenas, utilizando contratos falsos con rentas que superaban los diez mil euros mensuales. Los arrestados fueron presentados ante la justicia ayer.
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