Las bombas de calor operan a través de un intercambio de energía con el ambiente, lo que las convierte en una opción eficaz para mantener tu hogar a una temperatura confortable durante todo el año. Aunque estos sistemas requieren electricidad, su consumo es considerablemente menor que el de otros aparatos, pudiendo ofrecer un rendimiento que es hasta cuatro veces superior.
Si buscas una opción más asequible que la calefacción convencional, las estufas de butano son una buena elección. Proporcionan un calor intenso y son capaces de calentar grandes áreas rápidamente. El costo de una estufa de butano varía, comenzando en torno a los 100 euros, y su instalación no es necesaria.
Las estufas de parafina son otra alternativa económica; su consumo es solo de 0,30 litros por hora, lo que las vuelve atractivas. Además, son una opción silenciosa y limpia. Existen varios modelos, incluyendo versiones eléctricas y de mecha que no requieren corriente. Su precio ronda los 200 euros, dependiendo del diseño.
Para espacios reducidos, las estufas halógenas son ideales. Su costo puede oscilar entre 30 y 40 euros, y el gasto energético es de entre 2 y 5 euros por hora. Aunque representan una inversión inicial baja, es fundamental tener en cuenta su consumo eléctrico.
Las estufas de pellets, que utilizan madera ecológica, son otra opción interesante. Los pellets, que son residuos de madera producidos en fábricas, no son caros; un saco de 15 kilos cuesta alrededor de 4 euros. En cuanto al precio de la estufa, este puede variar entre 700 y 2.000 euros, y son bastante fáciles de instalar. El gasto mensual estimado puede ser de aproximadamente 120 euros.
La chimenea de leña representa un enfoque clásico para proporcionar calor a un hogar. Su costo oscila entre 150 y 200 euros, pero es crucial considerar que necesitarás acceso a leña, por lo que son más adecuadas para propiedades en el campo. Además, el proceso de combustión produce gases y olores, lo que requiere la instalación de una salida de humos.
Por otro lado, el radiador de aceite destaca como una opción atractiva por su eficacia. Este dispositivo se adquiere a un precio promedio de 70 euros y tiene la capacidad de calentar espacios amplios de manera económica. Está confeccionado con metal y su interior está lleno de aceite, que se calienta gracias a una resistencia eléctrica.
Los calefactores eléctricos son otro tipo de aparatos diseñados para calentar ambientes interiores, y existen dos categorías. Los calefactores tipo termo ventilador, cuyo costo está entre 30 y 40 euros, ofrecen calentamiento rápido, aunque consumen mucha energía. En contraste, los calefactores convectores son más accesibles, con precios que oscilan entre 45 y 50 euros.
