En los complejos residenciales, los residentes pueden enfrentar diversas situaciones. La vida en comunidad no siempre es sencilla, ya que pueden surgir conflictos como el ruido excesivo. Un ejemplo de esto se puede ver en un aviso dejado por un vecino en un espacio compartido.
«Tu perro no ha dejado de ladrar todo el fin de semana. ¡Es realmente molesto! ¡Encuentra una solución, por favor!», se podía leer en un cartel que Cris compartió en su perfil de Threads. Sin embargo, lo más sorprendente fue la respuesta del dueño del perro, que contestó de forma contundente, citando la legislación vigente: «Mi perro es un miembro de mi hogar, según la ley de protección animal.
Aquí tienes una alternativa: ¡Múdate! Y, por favor, no dejes más notas en mi puerta». Al ver ambos mensajes, Cris decidió consultar a sus seguidores sobre su opinión. «Creo que la persona que se queja tiene razón. Tal vez debería buscar ayuda profesional para resolver el problema», sugirió un seguidor. Cris subrayó que la respuesta del propietario del perro carecía de lógica: «Siguiendo esa lógica, podría permitir que alguien en mi casa hiciera ruido continuamente y, cuando alguien se queje, responder que mi pareja o hijo también es parte de la familia y puede hacer lo que quiera».
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