Desde el inicio de su estancia en la casa de Gran Hermano, los participantes estaban al tanto de la dificultad que Vanessa enfrentaba con la alimentación. La cantante comentó: «Temo atormentarme y no puedo consumir alimentos sólidos». Al principio, el programa se encargaba de proporcionarle lo que requería, pero esa situación cambió.
Maica anunció que «ahora la comida de Vanessa se deduce del presupuesto semanal», lo que sorprendió a todos al descubrir que el total era de 50 euros. Este giro provocó que Vanessa tuviera un enfrentamiento con sus compañeros, desencadenando una discusión.
Laura expresó su queja: «Hemos incluido las preferencias de Vanessa y ya no podemos obtener nada los demás». A lo que la gallega respondió: «Es una necesidad». En una transmisión en vivo con Jorge Javier Vázquez, abordaron la situación. Vanessa dijo: «No me agradó la actitud de Laura». A esto, Laura replicó: «Meter un frasco de crema de galleta y uno de cacao me parece un capricho, sobre todo porque ella no sabía de su existencia hasta ahora». Laura defendió su postura, mencionando que «siempre nos hemos preocupado por su bienestar y hemos estado atentos», ya que era necesario comprar productos como patés y purés. Javier, por su parte, justificó su apoyo a Vanessa, argumentando: «Creo que se equilibra, porque ella no consume carne, pasta ni arroz».
