Durante varios años hemos observado una estrategia deliberada para blanquear la imagen de Bildu. Recientemente, se le ha seleccionado como aliado para promocionar la reforma de la ‘ley mordaza’, y hace un año también fue el escogido para anunciar el aumento de las pensiones mínimas de viudedad.
Estas dos iniciativas sociales del Gobierno han sido entregadas a Bildu, el partido que defiende a los presos de ETA, quienes han dejado un trágico legado al ser responsables de más de 850 muertes. Una amarga ironía en el ámbito político.
En este contexto, se ha dado un paso más: se busca anticipar la liberación de individuos condenados por los crímenes de Múgica, Blanco y Ordóñez. Tal vez crean que están cerrando heridas, pero para otros las están reabriendo. Este es el doloroso costo que se tributa a Bildu, un grupo que ha sido responsable del asesinato de más de 850 personas, entre ellas figuras como Fernando Múgica y Miguel Ángel Blanco.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.