Junts ha manifestado que Illa ignora a Puigdemont y Rull, además de relegar al movimiento independentista. El dirigente catalán se prepara para un debate de Política General en un Parlament donde su gobierno no tiene mayoría. La crítica de Puigdemont y su grupo es firme, aunque respetuosa.
Albert Batet, líder del grupo parlamentario de Junts, ha denunciado al presidente catalán por desatender al independentismo, afirmando que no es el mandatario de todos los catalanes. Batet citó como ejemplos la falta de una audiencia oficial con Josep Rull y la negativa de Illa a reunirse con Carles Puigdemont, algo que sí hizo con otros expresidentes.
Desde la perspectiva de Batet, la gestión de Illa se desvincula de una parte significativa del electorado catalán, particularmente de la mitad que apoya la independencia.
Este argumento ha sido el núcleo de la oposición de Junts durante el mencionado debate. Al respecto de la propuesta de Illa sobre la creación de 50.000 viviendas de alquiler público, Batet desestimó la iniciativa, indicando que “ya sabemos lo que vino tras sus promesas de inversiones masivas”. Además, remarcó que «son expertos en anuncios y en no cumplirlos», recordando que esta misma promesa ya había sido realizada anteriormente durante el gobierno tripartito de José Montilla, sin éxito. Asimismo, Batet reprochó a Illa que no se haya reunido con el líder del principal partido opositor, es decir, él mismo. Este hecho fue presentado como parte de las ofensas a la causa independentista. Por último, Batet acusó a Illa de ser un apéndice del Gobierno español, afirmando: «Confunde colaboración con sumisión».
En su respuesta, Salvador Illa ha rechazado las acusaciones y ha declarado que «también me reuniré con los grupos de oposición; solo he esperado a ver qué decisión tomaban respecto al cargo del líder de esa oposición. Así es como procederé. Ahora que se ha aclarado, nos encontraremos». La semana pasada, en Bruselas, Puigdemont había anunciado que Junts dejaría el puesto de jefe de la oposición en el Parlament, como informó El Confidencial. Illa también se defendió respecto a las críticas sobre su relación con Josep Rull, afirmando: «Me duele que se diga que no lo he recibido. Lo veo a diario; el lunes coincidimos en tres eventos y él mismo ha manifestado que hay buena conexión entre nosotros. Me siento valorado por su parte». En referencia a la reunión que no se llevó a cabo con Puigdemont, Illa explicó que «he tenido encuentros con expresidentes que ya no están activos en política y quería reconocer su labor en el servicio público. Sin embargo, Puigdemont sigue activo y tiene todo mi respeto. Mi partido está comprometido con la ley de amnistía y hemos solicitado su aplicación efectiva. ¿Qué más puedo hacer?».
Batet contradijo a Illa, señalando que la normalidad democrática no existe y criticándole por no haber hecho referencia a las dos vacantes de Carles Puigdemont y Lluís Puig. «Como presidente, no debería normalizar una situación anómala», subrayó Batet. Además, puntualizó nuevamente: «No gobierna para todos». Batet acusó a Illa de varias cuestiones, incluida la emergencia que atraviesa Cataluña, criticando su elección de hablar en castellano en un evento de premios de La Vanguardia y mencionando que incluso el Ministerio del Interior había enviado un comunicado en castellano a ciertos ayuntamientos.
En su respuesta, Salvador Illa fue contundente: “Es cierto que el catalán está atravesando una emergencia. Ustedes estuvieron al mando durante diez años y yo apenas llevo ocho semanas en el cargo. Denme tiempo, por lo menos tanto como tuvieron ustedes”. La confrontación entre Batet e Illa fue amplia y respetuosa, aunque la oposición se sintió bastante intensa. Batet le hizo notar que el Gobierno de Pedro Sánchez ha estado en el poder, planteándose: “¿A quién corresponde la responsabilidad por el caos en los trenes de Cercanías?”. En este instante, Illa admitió ante Batet que es necesario mejorar la efectividad en la ejecución de las inversiones estatales en Cataluña. El exministro criticó que “no está claro qué tipo de oposición van a ejercer. ¿Buscarán desestabilizar como en el gobierno anterior?”. Además, le preguntó si “¿les iría mejor con el PP y Vox en lugar de con Pedro Sánchez?”. Batet insistió en la creación de una Agencia Catalana de Inmigración que, en realidad, ya tiene la Generalitat. Illa respondió: “Dicha Agencia ya existe, pero no ha comenzado a funcionar. Durante su mandato, no se autorizó. Ahora evaluaremos si realmente es una herramienta útil”. “No queremos ni al PP ni al PSOE, sino un partido que obedezca estrictamente a Cataluña y gobierne para los catalanes, eso es lo que deseamos”, contestó Batet, mostrando algo de frustración. Aunque su discusión fue educada, la tensión entre ellos era evidente. Illa le recordó a Batet que “una oposición constructiva contribuye a un mejor gobierno”. Albert Batet, líder del grupo parlamentario de Junts, acusó a Salvador Illa de excluir al independentismo, asegurando que no está actuando como el presidente de todos los catalanes.
Se han mencionado un par de casos: la falta de una reunión oficial en el Palau con el presidente del Parlament, Josep Rull, y su decisión de no encontrarse con Carles Puigdemont, a pesar de haber mantenido encuentros con todos los expresidentes de la Generalitat. Según Batet, la nueva Generalitat liderada por Illa se mueve al margen de un considerable grupo de electores, en especial la mitad que apoya la independencia en Cataluña.
El pitbull de grandes dimensiones que ha acabado con la vida de su dueño de 26 años será presumiblemente sacrificado tras lo sucedido.
El presunto asesino en serie queda con los hombres a través de apps de citas y posteriormente los droga para robarles en Bilbao.