Galicia se distingue por ser una de las regiones más hermosas de España. Su paisaje alberga playas impresionantes, encantadores pueblos, una naturaleza indómita y construcciones que cuentan historias fascinantes. Recientemente, la provincia de Pontevedra ha aumentado su popularidad como destino invernal, gracias al asombroso alumbrado navideño que adorna la ciudad de Vigo.
Sin embargo, hay mucho más que explorar en esta época del año. Una escapada ideal podría incluir una visita a una edificación situada en un entorno privilegiado: el Castillo de Sobroso. Esta pequeña localidad de Vilasobroso, que cuenta con menos de 500 habitantes y se encuentra a solo 40 minutos de Vigo, es hogar de este impresionante castillo, elevado sobre un acantilado del Monte Landín, a aproximadamente 334 metros sobre el mar.
En la actualidad, la apariencia del Castillo de Sobroso difiere notablemente de la original, ya que ha pasado por diversas reformas a lo largo del siglo XX. Quedan pocos vestigios de la antigua fortaleza románica. A pesar de ello, esta edificación es una estructura sencilla que incluye una torre principal, rodeada por una muralla y un foso. Fue arrasada durante la Gran Guerra Irmandiña, pero logró ser reconstruida a finales del siglo XV.
El castillo ha mantenido la forma ovalada e irregular de su muralla exterior. Además, la fortificación fue reforzada con una torre cuadrada en la esquina noroeste, ampliando el espacio en la esquina sureste, donde se añadió la muralla flanqueada por dos salientes que delimitan las secciones sur y este, donde están las entradas, según información proporcionada en la página oficial del Castillo de Sobroso.
Según la leyenda de Santiago, en el año 1117, doña Urraca se vio atrapada en este castillo. Sin embargo, se dice que logró huir gracias a un túnel oculto que desemboca en el río Tea. Esta fortaleza ha sido escenario de la vida de diversas personalidades, destacándose los Sarmiento, una de las familias más prominentes de Galicia.
Respecto a la fortificación románica original, apenas quedan vestigios. El muro externo del Castillo de Sobroso llega a medir entre uno y dos metros de grosor, y su perímetro es de unos 140 metros. En su lado norte se conserva la forma curva inicial, mientras que los otros lados presentan una figura poligonal, con salientes y una pequeña torre cuadrada diseñada para proteger los muros.
El área residencial tiene un diseño poligonal irregular que se integra con el paisaje. En la planta baja se aprecian nueve troneras en el exterior, ideales para la defensa, según la información disponible en su sitio oficial. En la planta alta, se pueden admirar amplias ventanas engargoladas que miran hacia el exterior.
Finalmente, la torre del homenaje, ubicada al oeste, mide aproximadamente 12 metros de largo y 7 de ancho. Su planta es rectangular y su entrada está adornada con un arco de medio punto sobre el que se encuentran dos escudos: uno de los Sarmiento y otro de procedencia incierta. Esta torre cuenta también con un parapeto y un matacán, elementos que refuerzan su estructura defensiva.
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