Este pasado fin de semana, Michael Schumacher hizo una aparición pública en la celebración de la boda de su hija Gina Maria, quien se unió en matrimonio con Iain Bethke. Según medios británicos, se impusieron restricciones rigurosas para proteger la privacidad del legendario piloto de Fórmula 1, quien ha estado bajo un estricto resguardo desde su grave accidente de esquí en 2013.
La prohibición de móviles y dispositivos electrónicos fue implementada por el equipo de seguridad, especialmente a instancias de su esposa Corinna, quien ha mantenido a Schumacher alejado de los medios y del escrutinio público.
Esa situación incluso llevó a tensiones familiares, como con su hermano Ralf, quien tuvo que enfrentarse a las directrices de Corinna que limitaban su acceso al estado actual de Michael.
A pesar de las dificultades iniciales, Ralf ha comentado sobre cómo su relación con Corinna ha evolucionado: «Hoy somos buenos amigos, hemos superado nuestras discusiones del pasado», dijo el ex piloto de Williams.
En términos de visitas, el círculo de personas que pueden ver a Schumacher actualmente se ha reducido notablemente. Además de su familia, solo un selecto grupo tiene acceso autorizado, incluyendo a Felipe Massa, antiguo compañero de equipo en Ferrari; Luca Badoer, ex piloto de pruebas; y Jean Todt, ex jefe de Ferrari y expresidente de la FIA. Estos amigos cercanos son algunos de los pocos que tienen la oportunidad de estar con él, aunque sea por breves momentos.
A pesar de las circunstancias, Corinna ha restringido el acceso a varias personas que previamente tuvieron una relación positiva con Michael. Esto incluye a Eddi Jordan, quien fue clave en el inicio de la carrera de Schumacher en la Fórmula 1, Rubens Barrichello, su excompañero en Ferrari, y Willi Webber, el antiguo representante del piloto. Webber comentó que entendía completamente la decisión de Corinna y que no le generó ninguna molestia. «No pude visitar a ‘Mike’ y me comentaron: Te apreciamos, Eddie, y hemos estado a tu lado durante mucho tiempo, pero ahora necesitamos privacidad y protección para Michael», dijo Willie.
En cuanto a la situación financiera, se reportó que el costo de mantener a Michael, quien ha sido campeón de Fórmula 1 en siete ocasiones, asciende a cerca de siete millones de euros anuales. Esta carga ha llevado a Corinna a liquidar gran parte de su patrimonio, que incluye artículos de lujo, un jet privado y varias propiedades. Tras mudarse a Mallorca con su familia, vendió una mansión en Noruega y otra en Suiza por aproximadamente 58,7 millones de euros, suma destinada totalmente a los cuidados de su esposo. Además, Corinna admitió que ‘Schumi’ ya no disfrutaría de ciertas comodidades y decidió vender su avión privado por 31,6 millones de euros, así como ocho de sus relojes de lujo, que generaron 4,4 millones de euros, destacándose entre ellos un Patek Philippe del año 1948.
Un carácter fuerte
En el reciente Gran Premio de Italia llevado a cabo en Monza, James Vowles, el director de equipo de Williams, admitió que no consideraron a Mick Schumacher, el hijo de Michael Schumacher, como una opción para reemplazar a Logan Sargeant, quien fue destituido tras varios incidentes en la temporada 2024. «Es evidente que Mick ha demostrado avances significativos desde su etapa en Haas. Es un piloto capaz y ha realizado un excelente trabajo en los simuladores de Alpine, Mercedes y McLaren. No obstante, al analizar nuestras alternativas, juzgamos que tanto Mick como Sargeant son buenos, pero no excepcionales. Y es fundamental que lo reconozcamos con sinceridad», explicó Vowles. Sin embargo, estas declaraciones no fueron bien recibidas por la familia Schumacher, especialmente por Corinna. La madre de Mick no dudó en confrontar a Vowles en el paddock del circuito, expresando su descontento ante comentarios que, a su juicio, podrían perjudicar la imagen de su hijo.
