Este lunes, la Audiencia de Almería dará comienzo a un juicio con jurado popular contra un individuo que enfrenta una condena de 18 años de prisión por el homicidio de un anciano de 83 años. El cuerpo de la víctima fue hallado en un vertedero ilegal de Almerimar, en El Ejido, después de haber estado desaparecido durante 18 días.
El proceso judicial está programado para llevarse a cabo en cinco sesiones: en la primera comparecerá el acusado, seguido por los testigos en la segunda sesión; el día posterior, agentes de la Policía Nacional ofrecerán su testimonio, mientras que los expertos forenses y de criminalística tomarán la palabra en la cuarta.
Finalmente, en la última jornada, se presentarán las pruebas documentales y las conclusiones finales del caso.
Según acusa el fiscal, el imputado ya tenía relación con la víctima, ya que actuó como intermediario en la compra y posterior venta de un vehículo perteneciente al fallecido. Este último sospechaba que había sido estafado por el acusado respecto al precio de las transacciones y sobre el posible traspaso de la propiedad a su nombre, sin su autorización. A raíz de estas sospechas, la víctima solicitó explicaciones al acusado, quien supuestamente le garantizó que «todo estaba en orden».
El 2 de diciembre de 2021, el acusado habría contactado a la víctima y lo recogió en su coche bajo la pretensión de llevarlo a una gestoría para aclarar la situación con documentación. Sin embargo, en lugar de eso, se dirigieron hacia la puerta del establecimiento, que permanecía cerrada. Así, regresaron con la víctima en el asiento del copiloto y fueron a recoger al hijo del acusado, quien luego se bajó en la localidad de Santa María del Águila.
El fiscal sostiene que, una vez que se encontraron a solas, el imputado llevó a la víctima a un área aislada cerca de Santa María del Águila, donde no hay casas ni posibilidad de ser visto por otras personas. En un momento inesperado, con el propósito de acabar con su vida y aprovechándose de la vulnerabilidad del anciano, el acusado, utilizando algún tipo de herramienta, asestó un violento golpe en la cabeza a la víctima, de acuerdo con la Fiscalía. Este golpe causó una fractura por estallido con puntos de impacto en la parte frontal y un trayecto doble que alcanzó la zona occipital, lo que resultó en la muerte de la víctima debido a un trauma cráneo-encefálico. Posteriormente, se alega que el acusado escondió el cadáver en un vertedero clandestino en la carretera hacia Almerimar, cubriendo el rostro con una gran piedra. El cuerpo fue encontrado veinte días después, ya en un avanzado estado de descomposición. Por estos delitos, el fiscal imputa al acusado un asesinato y pide una condena de 18 años de cárcel, además de que compense a los herederos directos de la víctima con 120.000 euros.
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