El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha reaccionado durante la noche del sábado a las declaraciones de Emmanuel Macron, presidente de Francia, quien expresó su apoyo a la interrupción de la venta de armas a Israel debido a sus acciones en Gaza y Líbano.
Netanyahu contestó que Israel saldrá adelante «con o sin su ayuda». En un mensaje a través de video, el líder israelí manifestó su descontento, tildando de «vergonzoso» el apoyo de otros países occidentales a la postura de Macron.
Asimismo, Netanyahu afirmó que Irán no aboga por sanciones armamentísticas para sus aliados, como Hezbolá o los grupos proiraníes en Irak y Yemen, ya que, según él, «el eje del terror» se mantiene cohesionado.
«Mientras Israel enfrenta las barbaries impulsadas por Irán, los países civilizados deben apoyarlo», agregó. En su discurso, enfatizó que su Ejército trabaja «por la paz y la seguridad mundial».
Estas declaraciones se dan en respuesta a los comentarios de Macron en una entrevista con France Inter, donde abogó por buscar «una solución política» al conflicto en Gaza, que ha dejado cerca de 42.000 palestinos fallecidos, así como por suspender el suministro de armamento a Israel. Si bien Macron no mencionó específicamente qué países deberían cesar sus ventas de armas al Estado hebreo, Estados Unidos destaca como el mayor proveedor. Además, el presidente francés advirtió que Líbano «no puede transformarse en la nueva Gaza» y pidió una disminución de las tensiones en la región.
Hace más de diez días, Israel inició una feroz ofensiva aérea sobre el Líbano, centrando sus ataques en el sur, el valle de la Becá —al este— y en Beirut, especialmente en los suburbios meridionales conocidos como Dahye. También llevó a cabo bombardeos en el centro de la capital en dos ocasiones distintas. El martes pasado, Israel lanzó operaciones terrestres en el país vecino, lo que resultó en la muerte de nueve soldados, mientras que las fuerzas israelíes reportan la eliminación de varios combatientes del grupo apoyado por Irán. Desde el inicio de este aumento en las hostilidades, más de 2,000 libaneses han perdido la vida y alrededor de 1.2 millones han sido forzados a evacuar debido a los bombardeos.
