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Un ganador se lleva el premio de 162 millones

‘Cerberus’ ha sido reconocida como la bicicleta más veloz del planeta. Su nombre rinde homenaje al mítico ser de tres cabezas de la mitología griega. Este innovador modelo de tres ruedas ha logrado una impresionante marca en terreno plano, alcanzando los 83,28 kilómetros por hora, prácticamente el doble de la velocidad promedio de un ciclista que participa en el Tour de Francia, que suele ser de aproximadamente 40 kilómetros por hora.

El desarrollo de esta bicicleta es obra del equipo Policumbent de la Universidad Politécnica de Turín, formado por destacados estudiantes de la región piamontesa, quienes han diseñado el vehículo para la competición conocida como WHPSC (World Human Powered Speed Challenge).

Este modelo presenta una estructura reclinada y está completamente cubierto. El ciclista se encuentra en una posición horizontal y visualiza el entorno a través de dos pantallas que están conectadas a cámaras instaladas en el carenado de la bicicleta.

La cubierta del vehículo está hecha de materiales como policloruro de vinilo, carbono y kevlar, un tipo de fibra sintética comúnmente utilizada en chalecos antibalas y cascos de seguridad. Estos elementos son clave para minimizar la resistencia al aire. Gioele Patti, el líder del proyecto ‘Cerberus’, explica que una de las características más distintivas del sistema mecánico es la caja de cambios del piñón traslativo, donde no se utiliza desviador. De este modo, la rueda que se activa es la delantera, lo que significa que los engranajes giran mientras la cadena se mantiene inmóvil, a diferencia de las bicicletas convencionales. Esto disminuye la fricción y asegura que la cadena permanezca alineada. Además, el sistema de visibilidad de ‘Cerberus’ integra dos circuitos separados: uno analógico y uno digital.

El propósito principal es asegurar que el piloto tenga una visión completa en caso de fallos mecánicos, una exigencia establecida por la competencia WHPSC en Nevada, según comenta Patti. En la parte trasera de la bicicleta se encuentra un carenado de color azul que cubre la parte superior de la rueda, además de un freno de disco hidráulico con un rotor de 180 mm. La transmisión es electrónica y ofrece 10 marchas. Las ruedas también son únicas por su tamaño ETRTO 406-20, lo que significa que la llanta tiene un diámetro de 406 mm y un ancho de 20 mm, características típicas de vehículos más pesados. Esto permite mejorar la aerodinámica y aumentar la velocidad del vehículo. La bicicleta tiene un peso aproximado de 40 kg, con unas dimensiones de 2,40 m de largo y 85 cm de ancho.

Una hazaña destacada de ‘Cerberus’ fue establecer un récord mundial. En la WHPSC, el ciclista paralímpico italiano Diego Colombari, junto al equipo Policumbent de Turín, rompió el récord en la categoría de handbike, alcanzando los 83,28 km/h en terreno plano. Patti afirma: «Estaba seguro de que íbamos a superar el récord, gracias a las modificaciones que implementamos en la bicicleta, especialmente en los aspectos mecánicos y electrónicos, así como a la perseverancia de Diego». Colombari no solo es un ciclista paralímpico de élite y campeón de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, sino que también posee múltiples victorias a nivel nacional. Originario de Cuneo, en Piamonte, ha sido el representante de Italia en este evento al pilotar ‘Cerberus’. «Diego es el profesional ideal para nuestro equipo», concluye Patti.

Patti describe a su compañero como alguien con una gran humildad, lo que hace que trabajar juntos, tanto en el ámbito humano como en el técnico, sea muy cómodo. Sus perspectivas y enfoques para enfrentar desafíos coinciden plenamente, lo que valora mucho. Además, resalta que su colega siempre se esfuerza al máximo, jamás se rinde y irradia energía, determinación y confianza.

La WHPSC, que se lleva a cabo anualmente desde 2003 en Nevada, se celebra durante la primera quincena de septiembre y reúne a cerca de veinte equipos universitarios y privados de diversas partes del mundo en búsqueda de establecer récords de velocidad. Este año, se contó con la participación de seis naciones: Italia, Canadá, Australia, Alemania, Países Bajos y Estados Unidos. El evento tuvo lugar del 8 al 14 de septiembre en Battle Mountain, un lugar ideal por sus largas y rectas carreteras que permiten alcanzar altas velocidades. Localizada a 1,408 metros sobre el nivel del mar, también ofrece cinco millas de asfalto donde los ciclistas pueden lograr aceleraciones máximas.

El reto consiste en que, durante los primeros días, los competidores deben clasificar en una carrera de 2.5 millas (4 kilómetros) que incluye un tramo final de 200 metros. En estos 200 metros se mide la velocidad media, lo que es fundamental para el siguiente periodo, según comenta el gerente de Cerberus. Durante esta fase inicial, nadie queda excluido. Sin embargo, a partir del tercer día, solo se realizan carreras de cinco millas, manteniendo la misma exigencia en el tramo final. «Estas son las competencias en las que hay más posibilidades de romper un récord», añade.

Reiteran que la tercera es la buena, como le sucedió a Diego Colombari. «Nuestra primera participación fue en 2022, donde alcanzamos una velocidad de 65 km/h”.

En el año 2023, logramos alcanzar una velocidad máxima de 82,80 km/h, mientras que este año hemos superado esa marca al llegar a los 83,28 km/h. Esto nos ha permitido superar el antiguo récord de 83,02 km/h establecido por el ciclista británico Ken Talbot», sostiene el ciclista italiano.

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