Un equipo de arqueólogos ha hallado en Egipto un sepulcro que data de al menos 4.000 años, el cual contenía inquietantes estatuas de madera en su interior. Durante la excavación, se encontró una sala con dos ataúdes de madera, uno dentro del otro, adornados con inscripciones que narraban el trayecto hacia la otra vida.
Este enigmático sepulcro fue desenterrado en las cercanías del Nilo, en la región de Assiut, en el Alto Egipto. El sepulcro, que remonta sus orígenes a la XII Dinastía, era el lugar de reposo de Edi, hija de Jifai-Hapi, quien fue gobernador de Assiut durante el reinado de Senusret I entre 1991 y 1778 a.C.
Según Mohamed Ismail, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, investigaciones preliminares indican que Edi falleció antes de alcanzar los 40 años y padecía una anomalía congénita en su pie. En la tumba también se hallaron frascos destrozados y estatuas de madera; la momia estaba desmembrada, lo que sugiere que el lugar fue saqueado en tiempos antiguos. El equipo de arqueólogos planea continuar con las excavaciones para descubrir más sobre el gobernador Jifai-Hapi, su hija Edi, y la época histórica en la que vivieron.