Las embarcaciones inflables que están arribando a Canarias se pueden adquirir en AliExpress por un precio de 1.330€ «negociables». Al investigar en el comercio electrónico de origen asiático, se encuentran diversos modelos con diferentes tamaños y especificaciones. Los pescadores indican que estas barcas no logran llegar a las islas por sus propios medios.
En ellas, se arriesgan diariamente cientos de personas que parten de la costa africana con la esperanza de alcanzar Canarias. Este trayecto, considerado uno de los más peligrosos del mundo, se realiza en tres tipos de embarcaciones, siendo la más grande capaz de transportar hasta 320 personas.
Para entender mejor, es importante diferenciar entre un cayuco y una patera. Ambas embarcaciones se utilizan en la pesca en regiones como Senegal y Mauritania, pero las pateras son las que cruzan el estrecho desde Marruecos, mientras que los cayucos son los que navegan desde Mauritania y Senegal hacia las islas. Los cayucos, por lo general, ofrecen mayor estabilidad, maniobrabilidad y espacio de carga. La travesía desde estos países puede llegar a medir 1.450 kilómetros. Sin embargo, desde la apertura de esta ruta hacia Canarias, ha surgido un fenómeno notable: las embarcaciones neumáticas, que, en ocasiones, logran llegar por sí solas a las costas.
Estas barcas inflables, con personas situadas a los lados, un motor y sin espacio para agua potable, alimentos o combustible, han aumentado su presencia en Lanzarote y Fuerteventura. En las últimas semanas, se han registrado hasta tres desembarcos en un solo día, con un máximo de 65 ocupantes en cada uno. Fuentes que brindan asistencia en la costa han declarado a El Confidencial que estas embarcaciones suelen contar con un motor de 15 caballos de vapor. «Al observar el motor que traen, se puede inferir que no han llegado desde Mauritania por sí solas, considerando la cantidad de gente que transportan».
Según declaraciones recientes, se ha indicado que «llegan sin agua en la embarcación, sin quemaduras, ni lesiones, en buen estado de salud, en contraste con los migrantes de los cayucos que parten del mismo sitio, quienes se encuentran en condiciones deplorables y requieren asistencia médica urgente». También se destaca el tipo de embarcación y el negocio detrás de estas, ya que «son lanchas inflables de fondo plano, similares a las usadas en piscinas para niños».
Además, se revela un dato interesante: estos modelos provienen de China y se adquieren en plataformas en línea como AliExpress y Alibaba. Al realizar una búsqueda en estas webs, se pueden encontrar «inflatable boats» anteriormente conocidos como «refugee boats», que varían entre 6 y 15 metros de longitud. Las especificaciones son detalladas, incluyendo materiales como PVC y neopreno de Hypalon, con pisos de aluminio o contrachapado, y están diseñadas como barcos pontón para pesca o lanchas de goma, con capacidad para 20 a 60 personas. Estos productos vienen con un año de garantía, y sus precios oscilan entre 825 y 1,329 euros al cambio actual.
Los comentarios de clientes de diferentes países son mayormente favorables, destacando la rapidez en la entrega y la alta calidad de los materiales. El tiempo de entrega fluctúa entre 20 y 30 días, y si se superan las 100 unidades, podrían negociar un precio diferente. Un patrón e instructor de la Marina Mercante en Canarias, que prefiere mantenerse en el anonimato, navega a diario por la costa del archipiélago y ratifica lo mencionado: «Es casi imposible que este tipo de embarcación realice la travesía sin la asistencia de otros medios». También señala dos factores importantes en la ruta canaria: «El estado del mar y las condiciones meteorológicas».
Los barcos nodriza juegan un papel crucial en el contexto marítimo de las Islas, donde el viento alisio, que sopla del noreste, puede alcanzar fácilmente los 30 nudos, generando un oleaje complicado. Estas condiciones hacen que las embarcaciones neumáticas se tornen casi ingobernables, como comenta un experto en el tema. Observando a los pasajeros de estas embarcaciones, queda claro que suelen necesitar asistencia de otros barcos, ya sea siendo remolcados por nodrizas o siendo ayudados a flote en aguas del mar territorial español, a unas 12 millas de la costa.
Este punto de vista es compartido por muchos profesionales del sector, tanto a nivel nacional como internacional. Las 12 millas, equivalentes a 24 kilómetros, son cruciales, pues a esa distancia ya se pueden observar luces en la costa, lo que permite navegar hacia la playa con un riesgo mínimo de volcarse o de naufragar. El patrón destaca que, con un motor de 14 caballos, la llegada a tierra es factible debido a la corta distancia.
Asimismo, subraya por qué se eligen embarcaciones semirrígidas; su diseño las hace indetectables para los radares automáticos que solo responden a estructuras metálicas. Curiosamente, ninguno de los tres tipos de embarcaciones mencionadas al principio contiene dicho metal en su construcción.
**Comparativa con las embarcaciones**
La situación descrita no se aplica a las pateras o cayucos, ya que se indica que «su uso resulta excepcional para el Atlántico debido a que sus características técnicas y construcción son mayormente de madera o poliéster reforzado con fibra de vidrio; su longitud varía entre 20 y 30 metros; el ancho oscila entre 2 y 3 metros; habitualmente están equipadas con motores Yamaha Enduro de 40 caballos y ofrecen espacio para numerosos bidones de gasolina». Adicionalmente, se menciona que, cuando el objetivo primario es el transporte de personas, esto compromete gravemente la estabilidad de la nave, ya que «se priorizan las plazas disponibles y las provisiones de alimento, agua y combustible son precarias o insuficientes para llegar a las islas». El riesgo de naufragio es evidente, puesto que, como señala el patrón, «un mayor peso incrementa el área de flotación, eleva el centro de gravedad, lo que provoca inestabilidad y facilita que, con viento, la embarcación zozobre y los pasajeros puedan ahogarse, muchos de los cuales no saben nadar».
Las vidas en el océano se ven comprometidas, convirtiendo a personas en cifras al alcanzar la costa, y generando sueños destrozados al pisar tierra, muchas veces con ilusiones de futuro. Mientras tanto, el tráfico humano continúa; organizaciones delictivas comercian con vidas, plataformas electrónicas ayudan a facilitar, desde muy lejos, la logística para la inmigración ilegal y se desarrolla un complicado juego político europeo que involucra a menores. La existencia sigue para ellos; para miles que diariamente mantienen la esperanza de asistir a sus familias dejadas atrás, de encontrar oportunidades laborales que les permitan avanzar y de un día dejar de ser objeto de intercambio entre la riqueza y la miseria. Sin embargo, mientras persista este tráfico humano, seguirán siendo solo cifras para el resto del mundo.
Cayucos, embarcaciones pequeñas y lanchas inflables. Cada día, cientos de personas arriesgan su vida al salir de las costas africanas rumbo a Canarias, utilizando diferentes tipos de barcos que combinan fibra, madera y plástico. Esta es considerada una de las rutas más peligrosas del planeta, en la que las embarcaciones más grandes han alcanzado hasta 320 ocupantes. Para entender mejor la situación, es importante aclarar la distinción entre un cayuco y una patera. Ambas son utilizadas para actividades pesqueras en Senegal y Mauritania, aunque las pateras cruzan el estrecho desde Marruecos y los cayucos llegan a las islas desde Mauritania y Senegal. Los cayucos destacan por su estabilidad, habilidad de maniobra y gran capacidad de carga.
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