Los aliados exigen al Gobierno una disculpa por el legado colonial de España. Se abre un nuevo debate sobre la solicitud de reconocimiento de culpabilidad hacia México. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores evitan el tema y justifican la reciente tensión diplomática con la alcaldesa Sheinbaum, señalando que se ha atacado a las instituciones españolas.
La crisis reciente ha hecho que surja con fuerza en España la discusión sobre un posible perdón por su historia colonial. Este análisis histórico, que hasta el momento había tenido un impacto limitado en la política española, ha cobrado protagonismo tras la no asistencia del Rey a la ceremonia de toma de posesión de la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum.
La decisión del Gobierno de no enviar representante se debió a la falta de invitación para Felipe VI. Sheinbaum argumentó que el Rey no respondió a la carta de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, enviada en marzo de 2019, donde se pedía que el Estado español reconociera su responsabilidad por las violaciones de derechos durante la conquista y la colonización, así como que ofreciera disculpas o reparaciones políticas pertinentes. Este reclamo ha recibido apoyo hoy de Sumar, uno de los socios de Gobierno, así como de otros partidos que respaldan al Ejecutivo, incluyendo Podemos, Bildu, ERC y Junts, quienes han instado al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a considerar la demanda de disculpa. Todos coinciden en criticar al Gobierno por no haber respondido a la carta de AMLO hace cinco años y por haber erróneamente omedido enviar representación a la toma de posesión de Sheinbaum. Además, han expresado su deseo de que se realice algún gesto que pueda apaciguar a México. En su comparecencia en el Congreso, Albares ha evitado profundizar en la cuestión, manteniéndose en la postura de que su labor es proteger a las instituciones españolas, en particular a la Jefatura del Estado.
Ante las críticas por el retiro de la embajadora en Argentina tras los ataques de Javier Milei hacia la esposa de Pedro Sánchez, la portavoz del Gobierno ha defendido que su acción fue una medida en apoyo a la Presidencia. Hoy, Felipe VI, quien ha mantenido una conexión cercana con América Latina desde su tiempo como príncipe de Asturias y ha estado presente en las ceremonias de elección de sus líderes, expresó en un evento en Trujillo (Cáceres) que las relaciones con Iberoamérica son tan profundas que permiten abordar diferencias, siempre con un enfoque en el respeto y la amistad. Enfatizó que el enfoque de esta relación debe estar en el presente para construir un futuro mejor. Por otro lado, en el Congreso se discute si España debería ofrecer disculpas a México. Javier Sánchez Serna, portavoz de Podemos, quien asistió a la proclamación de Sheinbaum, recordó que muchos líderes a nivel global ya han ofrecido disculpas. Mencionó el perdón de Carlos II por la represión en Kenia, el de Alemania por las atrocidades en Tanzania, el de Portugal en relación con la trata de esclavos, el del rey belga por El Congo y el del papa Francisco por la conquista de México. Afirmó que este acto de reconciliación no debería ser complicado. La reciente crisis diplomática con México ha hecho que en España surja el debate acerca de un posible perdón por su historia colonial. Esta revisión histórica, que hasta ahora había impactado de manera indirecta en la política española, ha cobrado fuerza tras la exclusión del Rey en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta.
