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Madrid ha diseñado estrategias alternativas y ampliado el servicio de metro para minimizar las molestias ocasionadas por las obras en la A-5

**Alternativas de transporte y más opciones de metro: el proyecto de Madrid para mitigar los inconvenientes de las obras en la A-5**

Las obras para enterrar la autovía causarán una notable alteración en el tráfico, por lo que el Ayuntamiento ha elaborado un plan de movilidad que incluye varias acciones, entre ellas, el aumento de la frecuencia de los servicios de transporte público.

La cuenta atrás para el enterramiento de la A-5 y la construcción del Paseo Verde del Suroeste está a punto de comenzar. Las obras darán inicio el 15 de octubre, y el ayuntamiento ha planeado un esquema de movilidad con el fin de aminorar el efecto de los trabajos en la vida cotidiana de automovilistas y residentes.

Una de las estrategias incluye un refuerzo de las conexiones de metro en las líneas que rodean la zona de las obras, específicamente la L5, la L10 y la línea de metro ligero ML3, que proviene de Boadilla del Monte. Se plantean también rutas alternativas y la instalación de más señalización por la ciudad, así como planes de contingencia para situaciones de emergencia o accidentes.

Este plan estará en vigor durante el tiempo que se lleven a cabo las obras, especialmente en el tramo que va entre la avenida de Portugal y la zona cercana a la del Padre Piquer. La gestión de estas acciones estará a cargo del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, dirigida por Borja Carabante. Fuentes del área indican que la «complejidad técnica y administrativa» del proyecto requerirá que el plan se ajuste a cada fase del mismo.

A medida que avancen las obras, la capacidad de las vías se verá restringida progresivamente, aunque el ayuntamiento –en colaboración con el Consorcio Regional de Transportes– asegura que, incluso en los momentos de mayor impacto en el tráfico, se mantendrán al menos dos carriles por sentido.

La labor se ha organizado en dos segmentos distintos. El primero abarca el tramo desde Padre Piquer hasta Batán, donde se llevarán a cabo trabajos de infraestructura, instalación de servicios y adecuación de las vías superficiales. También se va a construir una nueva rotonda en la avenida de los Poblados, al sur de la A-5, que facilitará la reordenación del tráfico en la zona. El siguiente segmento se extiende de Batán hasta la avenida de Portugal, y en él se incluirán las conexiones telemáticas del nuevo túnel con la red existente que opera Calle 30, responsable de supervisar las obras en la vía periférica. Durante el desarrollo de estos trabajos, se implementarán cambios temporales en la movilidad.

Mejoras en las conexiones

Las estrategias que se implementarán impactarán a los diferentes sistemas de transporte público. En este sentido, las líneas de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) que se verán afectadas recibirán un incremento del 7,3% en su frecuencia. Las líneas involucradas son la 36, que va de Atocha a Campamento; la 39, que conecta Plaza de España con San Ignacio; y la 65, que une Benavente con Gran Capitán. Para las rutas que, aunque no son directamente afectadas, ofrecen rutas alternativas al tramo de la A-5, las líneas 17 (Plaza Mayor-Parque Europa), 34 (Cibeles-Las Águlas) y 138 (Cresto Rey-San Ignacio) también incrementarán su servicio en la misma proporción.

Además, se establecerán dos puntos de intercambio para las líneas interurbanas, con el fin de mitigar el «impacto esperado» en la movilidad. Esto implica que algunas rutas seguirán operando hasta Príncipe Pío como hasta el momento, mientras que otras se limitarán a Aviación Española o Cuatro Vientos. Las líneas de metro 5 y 10 aumentarán su oferta en un 9% durante la realización de las obras, y se ha solicitado un incremento similar para la línea C-5 de Cercanías, dependencia del Ministerio de Transportes, fuera del control del Ayuntamiento.

Sugerencias de rutas alternativas.

Respecto a la movilidad exterior del área, se consideran diversas opciones. Una de ellas es acceder a Madrid a través de la A-5R, conectando con la M-40, y desde allí, alcanzar la M-30 en su parte norte mediante la M-503, mientras que desde el sur se puede optar por la A-42. Para abandonar la ciudad usando la A-5 hacia la M-30 sur, se puede elegir entre la A-42 o la Vía Lusitana, o bien, tomar la salida de General Ricardos para acceder a la Avenida de los Poblados.

Si los vehículos provienen del norte en la M-30, el Ayuntamiento sugiere utilizar la conexión de la A-6 hacia la M-40 y, desde ahí, continuar por la A-5 en dirección a la salida, cerca de Cuatro Vientos. En cuanto a la movilidad interna, que se relaciona más con el tráfico local, se aconseja aprovechar la calle Sepúlveda y la calle Concejal Francisco José Jiménez Martín, siguiendo Caramuel para conectar con el Paseo de Extremadura y acceder a la M-30. Se realizarán modificaciones en los semáforos en las intersecciones que se vean afectadas, con el fin de facilitar los enlaces sugeridos durante las diversas etapas de la obra.

Se aumentará la señalización sobre las modificaciones en la circulación.

Se implementarán nuevas señales para regular el tráfico en situaciones excepcionales como la actual. Esto se dará en diversas secciones de la M-40 y en vías urbanas, como la Vía Lusitana y la avenida de la Peseta. También se colocarán en el cruce de la M-40 con la A-5, para alertar a quienes vienen de Móstoles y Alcorcón. Lo mismo sucederá en la conexión de la R-5 con la M-45 y sus alrededores, así como en las zonas que indican las comunicaciones con la M-503 y M-511, y en la sección de la M-501 antes de las uniones con la M-40.

Adicionalmente, se reforzará la señalización en la almendra central, en rutas como el Paseo de Santa María de la Cabeza, donde hay un panel variable antes del túnel, y en lugares como la glorieta de Pirámides y la calle de Toledo. También se instalarán señales en las principales vías del sur, como la avenida de los Poblados, para recordar a los conductores los nuevos trayectos. Esta misma acción se llevará a cabo en algunos túneles, así como en salidas hacia la zona universitaria, Chamberí y el centro de la ciudad.

Controlar el tráfico y anticipar emergencias

Con el fin de lograr la eficacia de estas medidas, el Ayuntamiento planea monitorear el tráfico en tiempo real para entender el flujo durante las obras, además de proporcionar directrices sobre cómo actuar en posibles emergencias o accidentes relacionados con estas actividades. «El fin es gestionar las emergencias de manera adecuada y con los recursos materiales necesarios para abordar eventuales desvíos o incidentes, mejorando la comunicación entre los operadores y administradores de las diferentes infraestructuras de transporte», ha explicado el equipo de José Luis Martínez-Almeida, haciendo referencia a Calle 30, la Policía Municipal y el Centro de Gestión de la Movilidad del Ayuntamiento.

El objetivo del Ayuntamiento al concluir las obras es «recuperar el espacio para los residentes que actualmente ocupa la autovía», que divide los barrios de Lucero, Aluche y Las Águilas de Campamento y Casa de Campo. En la A-5, transitan cada día alrededor de 80.000 vehículos, pero se espera que esta cifra disminuya en un 90% en la superficie, siempre que se cumplan las previsiones del consistorio. La acción de cubrir la autovía «facilitará la continuidad del bulevar peatonalizado», que se extiende desde Portugal hasta Padre Piquer, abarcando un total de 3,2 kilómetros.

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