Las grabaciones que realizó Bárbara Rey en conversaciones con el rey emérito, Juan Carlos I, fueron presentadas por su hijo, Ángel Cristo, durante el programa ¡De viernes! en Telecinco, en la noche del miércoles. Antes de escuchar estas grabaciones, Bea Archidona y Santi Acosta discutieron las posibles consecuencias legales que habría enfrentado Bárbara si las cintas se hubieran hecho públicas en el momento de su grabación.
Santi explicó que, conforme a la ley de 1995, la artista podría haber sido acusada de extorsión, lo que podría acarrear entre 1 y 5 años de prisión. Además, al haber grabado al rey sin su consentimiento, esto implicaría un delito por descubrimiento y revelación de secretos, con penas que van de 1 a 4 años de cárcel y multas que oscilan entre 12 y 24 meses.
Si las grabaciones hubieran sido utilizadas para chantajear, esto también implicaría severas sanciones, incluyendo penas de cárcel adicionales y multas que alcanzan cifras millonarias.