Javier Angulo y su hijo David han logrado un hito notable en Navarra al establecer un récord mundial que parecía extremadamente difícil de igualar. Con un impresionante total de 1.985 toques de balón con la cabeza en 23 minutos y 12 segundos, esta pareja ha demostrado una combinación excepcional de habilidad, coordinación y dedicación.
No solo han superado su marca personal, sino que también han conseguido un nuevo récord en los Guinness para esta modalidad.
La hazaña tuvo lugar en el AIT Sports Center en Torres de Elorz, donde el ambiente estaba cargado de nerviosismo y excitación, reflejando el esfuerzo y la preparación acumulada durante años.
Esta no fue la primera vez que intentaron este desafío; anteriormente habían conseguido un notable récord, pero en esta ocasión superaron su propia marca de 1.013 toques, que había permanecido sin ser batida durante diez años.
Con este nuevo logro, Navarra vuelve a destacarse en el ámbito deportivo global. Javier Angulo, quien desde su juventud ha tenido una gran pasión por el fútbol, ha liderado este proyecto, involucrando a su hijo David, quien ha seguido sus pasos con gran entusiasmo. Según la familia, este récord es el resultado de años de dedicación y de una conexión única que solo se puede forjar entre un padre y un hijo.
A sus 58 años, Javier Angulo, profesor en Enseñanzas Medias y con una trayectoria de 34 años en Educación Física en el IES Plaza de la Cruz de Pamplona, también desempeña el papel de Preparador Físico y Nutricionista en el Helvetia Anaitasuna, donde ha trabajado durante 16 años. Sin embargo, su amor por el deporte va más allá de su labor en el aula y el club. Javier se considera un entusiasta de los hábitos saludables y la nutrición.
Javier no es nuevo en la conquista de récords. En 1992, estableció un nuevo máximo mundial al realizar 22.117 toques con los pies, todo por una causa benéfica, recaudando más de 6.000 euros para que un colegio de su ciudad natal, Miranda de Ebro, pudiera asistir a la Exposición Universal de Sevilla.
Su destreza no se detuvo ahí. Ese mismo año, durante el Memorial Juanito, que rinde homenaje al exfutbolista fallecido, Javier se enfrentó a un reto competitivo y logró 25.030 toques con los pies, manteniendo el balón en el aire durante más de cuatro horas.
Por otro lado, David Angulo, de 23 años, comparte el mismo fervor por el deporte. Después de graduarse en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Camilo José Cela, combina su labor en dos gimnasios: uno centrado en la salud y otro en el entrenamiento de alto rendimiento.
Adicionalmente, dirige su propio negocio de entrenamiento en línea. David siempre busca superarse y se plantea retos deportivos cada mes para incentivar su motivación. «Un día, mientras investigaba sobre los Récord Guinness, surgió la idea», compartió el joven en Noticias de Navarra.
La conexión entre padre e hijo es notable, ya que lograron mantener el control del balón con la cabeza durante casi 24 minutos sin perder la atención. Este intento fue supervisado oficialmente por Guinness World Records, garantizando que cada uno de los requisitos se cumpliera minuciosamente.
Para Javier, este achievement trasciende la mera estadística: simboliza un viaje conjunto con su hijo y una lección sobre la constancia, la dedicación y la relevancia de los anhelos. Desde el inicio, el educador ha buscado motivar a otros a que se lancen a explorar lo que parece inalcanzable.
Este hito, que ha capturado la atención no solo en Navarra, sino también en el ámbito internacional, resalta la capacidad de sobrepasar límites y el valor del trabajo colaborativo, incluso en el círculo más íntimo, como lo es la familia. Sin duda, es un claro ejemplo de cómo el deporte puede crear lazos y generar recuerdos perdurables.